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13/03/2018 03:07 PM
| Por Luis E. Fidhel González *

¿Es posible un encuentro Trump-Maduro después de la cita Trump-Kim Jong Un?

¿Es posible un encuentro Trump-Maduro después de la cita Trump-Kim Jong Un?

La invitación del líder de Corea del Norte Kim Jong –Un de reunirse con el presidente estadounidense Donald Trump expresado a través de una delegación de Corea del Sur y aceptada sin demora inclusive con el ofrecimiento de Jong- Un de detener las pruebas nucleares antes de mayo, fecha tentativa para el encuentro; representa, si se concreta, uno de los más importantes cambios geopolíticos del siglo XXI inclusive de los años por venir; tan similar como la reunión entre Richard Nixon – Mao Zedong en Beijing en 1972.

El presidente Trump había manifestado que “solo funcionará una cosa” con Corea del Norte “después de 25 años de negociaciones y pagos de dinero sin haber logrado nada” responde al desafío de Occidente de frenar de una vez lo que considera una de las mayores perturbaciones al orden internacional de carácter nuclear.

Se podrían interpretar las aseveraciones del mandatario norteamericano realizadas por Twitter como el rompimiento del armisticio suscrito en 1953, y continuidad del estado de «guerra». La respuesta de Kim Jong-Un resultó más desafiante advirtiendo que EEUU pagará caras sus amenazas.

En la década de los noventa se insistió que el régimen comunista norcoreano contaba con una incipiente y rudimentaria infraestructura nuclear iniciándose negociaciones que concluirían de 1994; acordándose bajo el esquema del “Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares”, Corea del Norte cesaría las operaciones de un reactor nuclear en paulatina construcción por petróleo pesado para la generación de energía eléctrica y alimentos bajo la hipótesis de recurrentes supuestas hambrunas de la población del país asiático.

El acuerdo se mantuvo en el 2002, cuando el presidente Bush acusó a Corea del Norte de trabajar para producir uranio enriquecido suspendiendo los embarques de petróleo realizados por EEUU, Corea del Sur y Japón e invalidó el acuerdo firmado.

En enero del 2003, Norcorea denuncia al Tratado y se retira de la Agencia Internacional de Energía; reiterando la no intención de fabricar armas nucleares y las actuales operaciones tienen únicamente fines pacíficos como la producción de energía eléctrica. Se expulsan a los inspectores de la Agencia y anuncia que se empezaría a extraer plutonio para posteriormente poseer un arsenal nuclear.

La capacidad de ataque no se había hecho evidente hasta que se iniciaron los ensayos de lanzamientos de misiles presumiblemente con capacidad para transportar ojivas nucleares en diciembre del 2012. Las primeras fracasaron cayendo al Mar del Japón, se ha coincidido que paulatinamente se han superado las dificultades.

Es necesario hacer referencia al rol de la República Popular China en este conflicto; sin olvidar que la consolidación de Corea del Norte y el régimen comunista fue producto de la acción de restituirla cuando prácticamente las fuerzas Occidentales bajo la bandera de la ONU y dirigida por los EEUU habían logrado unificar políticamente “la península” (1950-1953); no por un hecho de guerra convencional sino a consecuencia de una crisis humanitaria donde el factor demográfico de miles de combatientes y refugiados provenientes de China obligó a los aliados occidentales a retroceder a las actuales fronteras.

Se cumplía uno de los objetivos estratégicos del recién inaugurado régimen comunista chino de no tener fronteras directas con el “enemigo capitalista” sirviendo Corea del Norte de muro de contención.

Formalmente el conflicto entre Occidente y Corea del Norte conocido como “guerra de Corea” no ha terminado sino existe un armisticio o acuerdo de cese de hostilidades suscrito con los EEUU en 1953, sin haberse logrado un tratado de paz definitivo estableciendo de hecho la actual línea divisoria en “la península” correspondiendo a la “zona desmilitarizada”.

Un primer intento de acercamiento entre ambas Coreas se realizo en 1994, por los presidentes coreanos Kim II Sung y Kim Young Sam del norte y sur respectivamente pero la muerte del primero no hicieron progresar estos encuentros binacionales.

Se ha mencionado que China después de terminada la “guerra fría” ha utilizado a Corea del Norte para obtener ventajas comerciales particularmente de los EEUU, Japón inclusive el desarrollo del programa nuclear y los desafíos geopolíticos que se generan se presume cuenta con la aquiescencia de China.

La cercanía de posibles blancos estratégicos susceptibles a un ataque nuclear norcoreano particularmente las ciudades de Tokio, Seúl incluso Beijing hace que aún siendo objetivamente de baja intensidad potencialmente se convierta en una considerable hecatombe.

Ha aumentado la escalada bélica con Occidente por el hundimiento de la corbeta surcoreana Cheonan – marzo 2010 – donde desaparecieron 46 tripulantes y ataques a la isla surcoreana de Yeonpyeong;- noviembre 2010 – sucesos imputados a Corea del Norte.

Posición de Venezuela ante la crisis nuclear norcoreana

El Ministro de Información William Lara en el 2006, expresó en ocasión a las pruebas misilísticas desarrolladas por Corea del Norte: “la humanidad tiene derecho al desarrollo científico y tecnológico; sin exclusiones. No comparto que solo un grupo de países privilegiados tengan el derecho de desarrollar la tecnología misilística y al resto de la humanidad se le prohíba”.

Hugo Chávez, señaló haber recibido varias invitaciones del gobierno de Corea del Norte y adelantó que podría ir para fortalecer las relaciones (23-06-2006), ratificando que para condenarlo habría que condenar a los EEUU y otros países con armas nucleares. Esta visita nunca se realizó.

El ministerio de Relaciones Exteriores en el 2014, autorizó al régimen norcoreano reabrir su embajada dentro de la denominada “diplomacia antiimperialista”

La doctrina Trump, Corea del Norte y Venezuela

Trump ha reiterado en la ONU el empleo de la opción militar en el caso de Corea del Norte– al igual ha sugerido sobre Venezuela – si fallasen los medios tradicionales de negociación ratificado por la embajadora estadounidense en la ONU aseverando que el Consejo de Seguridad ha agotado todas las opciones para frenar el programa nuclear norcoreano.

Se ha realizado el siguiente diagnóstico:
1) Corea del Norte: Es calificado por un régimen “depravado” responsable de la muerte por hambre de millones de norcoreanos y encarcelamiento, tortura, matanza y opresión de otros más.

Pone en peligro al mundo con conflictos nucleares. Estados Unidos si se ve obligado a defenderse a sí mismo o sus aliados no tendrá “mas remedio” que destruir a Corea del Norte. Esta listo, dispuesto y es capaz, pero se espera que no sea necesario. El aislamiento del régimen norcoreano como sanción y la desnuclearización es el único futuro aceptable.

2) Venezuela: Considera al Estado venezolano como “renegado” o “forajido” perteneciente al “pequeño grupo de regímenes” que violan todos los principios de las Naciones Unidas. No respetan a sus propios ciudadanos. El gobierno de Nicolás Maduro calificado por un “régimen” y “dictadura” socialista. Es corrupto –al igual que el de Cuba – que destruyó una “nación próspera” al imponer una ideología fallida que ha producido pobreza y miseria donde se ha intentado. El socialismo es una ideología “desacreditada” que contribuye al sufrimiento continuo de las personas que viven bajo “estos crueles sistemas”.

Reunión Maduro –Trump

Se parte del hecho que el régimen venezolano no constituye una amenaza directa o inminente al orden internacional como el norcoreano, en consecuencia, a través de una política de contención convencional y presión diplomática sin implicar incluso una intervención militar directa – aunque Trump lo ha insinuado – pudiera mantenerse a raya o dentro de los límites aceptables para el gobierno norteamericano.

El régimen norcoreano se encuentra geopolíticamente bajo el patrocinio de la República Popular China representando un desafío de alta intensidad. Si bien el régimen de Maduro ha argumentado tener como aliados a Rusia y China, en la práctica los Estados Unidos no lo considera así debido que estas relaciones resultan muy volátiles al depender de la capacidad económica que Venezuela pudiera ofrecer a estas potencias del cual pierde interés al disminuir esta.

La posible reunión Trump –Maduro no parece posible inclusive en la hipótesis que el gobierno venezolano comience a ceder en el aspecto político-electoral al proporcionar garantías democráticas. Siempre los EEUU lo considerara un desafío menor de carácter regional es decir no global sin afectar la seguridad norteamericana más aun cuando el factor petrolero de Venezuela pierde importancia considerando que EEUU es un país exportador con la misma potencialidad de Rusia y Arabia Saudita.

Tengamos en cuenta que la posible reunión Trump – Jong –Un se realizará el mismo mes que están anunciadas las elecciones en Venezuela. Si EEUU logra obtener un triunfo diplomático – de por sí la reunión lo es- y Corea del Norte dejase de ser un “estado forajido”, sin lugar a dudas fortalecería la posición de la comunidad internacional occidental y presiones políticas- económicas que se ejerce sobre el gobierno de Maduro; incluso se podrían postergar las elecciones nuevamente.

* Abogado UCAB. Lic. Estudios Internacionales UCV. Lefg1968@hotmail.com

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