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21/04/2020 05:00 PM

Conozca los contratos de futuro de petróleo, qué son y cómo funcionan

Conozca los contratos de futuro de petróleo, qué son y cómo funcionan

El desplome en los precios del crudo americano que se produjo el día de ayer ha hecho que surjan diferentes dudas respecto a los mercados de la materia prima. La más evidente, ¿cómo puede ser que el petróleo tenga un precio negativo?, ¿puede una materia prima valer menos que 0? La respuesta es no. El petróleo tiene valor, pero el precio que ha llegado a cotizar en negativo es el de los contratos de futuro. Entonces, ¿Qué son estos productos financieros y cómo funcionan?

Los contratos de futuro son un contrato que se firma entre dos partes, por el cual una parte se compromete a comprar algo en una fecha determinada, a un precio determinado, y la otra a venderlo. Los futuros son útiles, por ejemplo, para que un productor de una materia prima se asegure hoy el precio al que venderá sus existencias en una fecha futura, cubriéndose las espaldas de los cambios de precio que se puedan producir en este periodo.

Esto se conoce como operaciones de cobertura. Las dos partes deben poner una garantía y se establecen unas condiciones (el día X, esta persona pagará X a esta otra persona por X cantidad de materia). Cuando llega el día, el contrato se ejecuta y las dos partes deben cumplir con lo acordado, o quien no lo haga tendrá que entregar su garantía.

Los contratos de futuro hoy en día se usan como instrumentos financieros que cotizan y pueden llegar a precios negativos

Hoy, la realidad es más compleja, y estos contratos se utilizan como instrumentos financieros que cotizan (su precio varía diariamente, e incluso a horas en las que los mercados convencionales están cerrados) en mercados organizados, y que, como se ha visto en los futuros de petróleo, pueden llegar a alcanzar un precio negativo, si se dan una serie de circunstancias que son muy poco habituales. Tan poco, que nunca antes en la historia del petróleo americano esto había ocurrido.

– La particular forma de liquidar el contrato en el NYMEX –

Imagine que una persona física o jurídica (un fondo de inversión) quiere poder invertir en el precio del petróleo, pero quiere evitar el engorro de comprar un barril de casi 170 litros, el tamaño estándar en Europa y Estados Unidos, guardarlo durante un tiempo, y venderlo posteriormente cuando haya subido de precio, lo que se conoce como operaciones especulativas.

Los contratos de futuro sobre el petróleo permiten que esto sea posible, y hay todo un mercado de estos contratos que se utilizan con este fin, hasta el punto de que se utilizan los futuros como precio de referencia del petróleo, y no el precio al que se vende al contado.

En la caída del barril hasta precios negativos ha influido un factor raro y característico del mercado estadounidense: la forma de liquidación de los futuros en la Bolsa de Materias Primas de Nueva York (NYMEX).

Cuando un contrato de futuro en este mercado llega a su vencimiento (a la fecha en la que se acordó que se realizaría el intercambio final), está establecido que el contrato se liquide por entrega física, algo muy poco habitual en los mercados. Es decir, el dueño del futuro recibe físicamente los barriles de petróleo que representan el contrato. En el caso del NYMEX, recibe barriles del tipo West Texas Intermediate, el de referencia en Estados Unidos.

En otros mercados la liquidación de los contratos de futuro se produce por diferencias, intercambiándose entre el comprador y el vendedor del contrato las diferencias de precio que se han producido en el periodo, desde que se vendió, hasta que se ha liquidado, algo, quizá, más ‘artificial’.

En la Bolsa de Materias Primas de Nueva York los futuros se liquidan entregando el producto directamente al comprador, algo poco habitual

Cuando en el NYMEX vence un futuro, el propietario de ese contrato tiene unos cuantos días para indicar al mercado cómo y dónde quiere recibir su mercancía (cada contrato es de 1.000 barriles, unas 170 toneladas de petróleo).

Si un inversor no consigue vender el futuro a un comprador que sí puede almacenarlo, o utilizarlo en un proceso de producción (una refinería, un vendedor de petróleo…) y el contrato vence, en Estados Unidos existe el almacén de Cushing, en Oklahoma. Aquí se quedan guardados los barriles, a nombre del dueño, para que pueda negociar con ellos en otro momento, y también desde Cushing parte un entramado de oleoductos que distribuyen el producto por todo Estados Unidos.

– No queda sitio en el almacén: petróleo en negativo –

Lo que ha ocurrido es que este almacén, en el que caben unos 76 millones de barriles, está prácticamente lleno, y cada vez es más difícil poder reservar un sitio donde guardar la mercancía. En las últimas semanas ha superado los 55 millones de barriles, según datos de Bloomberg, y se llena rápidamente.

Ayer, un día antes de que venciesen millones y millones de dólares en futuros sobre petróleo, los inversores entraron en pánico al prever que no van a poder guardar la materia prima en el futuro, y llegaron a vender el barril en precios negativos, hasta que la cotización de los contratos de futuro llegaron a caer por debajo de -40 dólares el barril (-40.000 dólares por cada contrato). Es decir, ayer se pagaba hasta 40 dólares por cada barril a quien quisiera hacerse responsable de este producto.

Nada vale menos que nada, pero lo que ayer llegó a cotizar en negativo no es exactamente un barril de petróleo, si no el hecho de que ese barril hay que guardarlo en algún lugar. Y almacenarlo, o incluso desprenderse de él, tiene un coste. Al fin y al cabo, uno no puede tirar en cualquier contenedor 170 toneladas de petróleo sin perjuicio para el medio ambiente, o sin que el regulador medioambiental tenga algo que decir.

– Con entrega en septiembre vale 27 dólares –

Un ejemplo de que el petróleo sigue teniendo valor, es el precio al que se pagan los futuros para los próximos meses. Aunque estos están sufriendo rápidas caídas en cuestión de horas y, como ocurrió ayer, podrían terminar en negativo cuando se acerque la fecha de vencimiento, si la situación de los almacenes no cambia, el mercado sigue pagando dinero por el petróleo.

Los contratos de futuro sobre el barril americano que vencen en junio (que hoy pasarán a ser la referencia, al ser los de vencimiento más próximo una vez se liquiden los de mayo al cierre de esta jornada) cotizan en 16,7 dólares.

A su vez, los que vencen y se liquidarán en julio cotizan en 23,4 dólares; los de agosto, cerca de 26, y los de septiembre en 27 dólares, lo que indica que el mercado pronostica que a medida que pasen los meses la situación de sobreoferta será menor, ya sea por un aumento de la demanda, o por un recorte de la oferta.

El precio de los distintos vencimientos de petróleo relfeja que el mercado espera que a medida que pasen los meses la situación de sobreoferta será menor

Hay que recordar que las empresas que producen el barril no pueden aguantar indefinidamente con estos precios, y las quiebras pueden estar a la vuelta de la esquina para muchas petroleras americanas.

Con información de El Economista

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