Se esperan renuncias en la Casa Blanca

La esperada salida del Secretario de Estado estadounidense, Rex Tillerson, de la administración de Donald Trump es uno de los muchos posibles cambios en el personal mientras el mandatario se acerca al final de su primer año en el cargo.

Algunas fuentes dicen que el asesor económico Gary Cohn y el yerno de Trump, Jared Kushner, también podrían renunciar.

Cohn, cuya relación con Trump se tensó a principios de este año, ha considerado renunciar una vez que el esfuerzo republicano por reformar el sistema impositivo estadounidense esté finalizado en el Congreso, según fuentes con vínculos con la Casa Blanca, que hablaron bajo condición de anonimato.

Kushner, quien ha visto mermar su influencia en la Casa Blanca, podría tener una salida elegante mientras lidia con desafíos legales relacionados con una investigación sobre los potenciales lazos de la campaña presidencial de Trump en 2016 con Rusia, dijo una de las fuentes.

“Esto es pura especulación”, dijo el portavoz de la Casa Blanca Raj Shah en un comunicado enviado por correo electrónico sobre potenciales cambios en el personal.

Asesores de menor nivel también podrían usar el final del primer año de Trump y la legislación impositiva como un momento decisivo para retirarse, lo que llevaría a otro período de incertidumbre que por momentos ha ensombrecido la gestión del mandatario, que comenzó el 20 de enero.

Las cosas cambiaron rápidamente en la Casa Blanca con Trump. Asesores y miembros del gabinete que perdieron el favor del presidente podrían recuperarlo, volviendo difícil predecir movimientos de personal. Pero este tipo de cambios son seguidos en todo el mundo en busca de indicios sobre cómo Trump abordará temas que van desde Corea del Norte hasta política regulatoria.

“Definitivamente veremos a algunas personas salir después de que finalicen los recortes impositivos”, dijo un asesor de Trump, que pidió anonimato para hablar libremente del Gobierno.

Trump está elaborando un plan para despedir a Tillerson, con quien la relación se tensó por la línea más blanda del máximo diplomático de Estados Unidos sobre Corea del Norte y otras diferencias, dijeron funcionarios de alto nivel de la administración.