La pandemia del nuevo coronavirus destruyó más de un millón de empleos en España en el segundo trimestre, la gran mayoría en los servicios y la industria turística, según los datos divulgados este martes 28 de julio por el Instituto Nacional de Estadística.
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El varapalo no se refleja en la tasa de desempleo, que sube del 14,4% en el primer trimestre al 15,3% en el segundo, con casi 3,4 millones de parados, lo que supone un aumento de 55.000.
Pero en esta cifra no se computa a gran parte del 1,07 millones de ocupados que se quedaron sin trabajo entre abril y junio debido a la pandemia de la covid-19, que en España causó más de 28.400 fallecidos y 272.000 infectados.
El severo confinamiento decretado para frenar los contagios y el cierre de empresas ha «impedido» a estas personas buscar un nuevo empleo por lo que, técnicamente, no cumplen los requisitos formales para ser clasificados como desempleados, explicó el Instituto Nacional de Estadística.
En el cómputo tampoco se tiene en cuenta a los millones de trabajadores incluidos en los planes de suspensión temporal de empleo habilitados por el gobierno español para evitar despidos masivos durante el confinamiento.
Como consecuencia de ello, solo 13,9 millones de los 18,6 millones de ocupados del país trabajaron «efectivamente» durante el segundo trimestre y el número de horas trabajadas cayó un 23% respecto al periodo anterior, «un descenso sin precedentes», señala el INE.
– ‘Un dato terrible’ –
La destrucción de empleo es generalizada en todos los sectores de actividad pero se ceba especialmente en los servicios, donde se pierden casi 817.000 ocupados en el segundo trimestre, cuando tiendas, restaurantes y hoteles estuvieron cerrados.
La industria turística, responsable de un 12% de la riqueza y un 13% de los empleos en España, se vio especialmente afectada por el confinamiento y, tras unas semanas de tímida reactivación, está volviendo a sufrir por los rebrotes del virus registrados en España.
Estos nuevos focos llevaron al Reino Unido, primer cliente turístico del país, a imponer una cuarentena a los pasajeros procedentes de España y a recomendar a sus ciudadanos a no ir al país.
Otros países europeos como Alemania, Francia, Bélgica u Holanda también desaconsejan viajar a algunas zonas más afectadas, como Cataluña y Aragón (noreste).
En la industria y la construcción, la pérdida de ocupados supera las 100.000 personas, mientras que en la agricultura el impacto es menor, con 21.400 ocupados menos.
«Estamos ante un dato terrible, seguramente el peor de la historia», dijo a la radio Cadena Ser el secretario general del sindicato UGT, Pepe Álvarez.
«Pero lo que realmente es que hasta ahora pensábamos que la pandemia iba a ceder en verano y que íbamos a poder hacer un proceso de recuperación de la economía, y cada día se hace más difícil», añadio Álvarez, que pidió una extensión de los planes de suspensión de empleo habilitados hasta septiembre.
Los sindicatos temen que, una vez expiren estos planes de ayuda, muchas empresas apliquen despidos en sus plantillas para poder sobrevivir, especialmente en sectores donde la demanda cayó en picado como el turismo.
– Recuperación truncada –
La crisis sanitaria truncó la recuperación del frágil mercado laboral español que en 2013 había rozado una tasa de paro del 27% y a finales de 2019 se ubicaba en el 13,8%, la peor de la zona euro después de Grecia.
A diferencia de entonces, en esta ocasión la destrucción de empleo no se debe a «la acumulación de desequilibrios» en el mercado, sino a «las restricciones a la oferta de bienes y servicios», indicó el economista jefe del instituto BBVA Research, Miguel Cardoso.
En cambio, está afectando a sectores que «suponían un refugio en épocas de crisis» como la hostelería o la restauración, añadió Cardoso.
«La recuperación del empleo y de la economía va a ser lenta», apuntó en un comunicado Javier Blasco, director del centro de estudios del grupo Adecco.
Para finales de año, el gobierno pronostica un desempleo del 19%, por debajo del 20,8% previsto por el Fondo Monetario Internacional.