Moody's deja a Ericsson al borde del bono basura y con perspectiva negativa
La agencia de calificación de riesgo Moody’s rebajó hoy un escalón, hasta Baa3, la nota de la deuda sénior no garantizada del fabricante sueco de equipos de telecomunicaciones Ericsson, dejándola al borde del bono basura.
Moody’s informó de su decisión en un comunicado apenas dos meses después de la rebaja anterior, destacando los problemas de facturación, ingresos y flujo de caja («cash flow») que advierte en la compañía para los próximos dos años.
La rebaja tiene en cuenta asimismo la buena situación de liquidez de la empresa, así como la trayectoria de lealtad los accionistas de referencia.
La decisión refleja la «débil previsión de ingresos y beneficio» para los años fiscales 2016 y 2017, así como el «reto estructural» que supone para la compañía sueca su «grave exposición» al segmento de los equipos de radio, un sector en horas bajas hasta que se empiece a implementar la nueva generación tecnológica (5G), no antes de 2020.
Moody’s recomienda a Ericsson mejorar su programa de ahorro y le advierte de que prolongarlo en el tiempo podría lastrar su competitividad a medio y largo plazo.
Ericsson anunció en octubre que su resultado operativo entre julio y septiembre cayó un 93 % hasta los 300 millones de coronas suecas (31 millones de euros) y que las ventas fueron de 51.100 millones (5.269 millones de euros), un 14 % peor que en el mismo período del año anterior.
La compañía sueca, cuyas acciones cayeron un 20 % ese día en la bolsa de Estocolmo, explicó este resultado por la aceleración de las tendencias negativas en la industria vigentes desde el primer semestre, con floja demanda para la banda ancha móvil.
Pocos días después Moody’s rebajó un escalón, de Baa1 a Baa2, la calificación de Ericsson, reflejando «la continuación y aceleración de la bajada de las ventas y el beneficio de Ericsson», una tendencia que pronosticó que se profundizaría en 2017.
La agencia estadounidense prevé una caída sostenida de la facturación de Ericsson en el próximo balance anual, así como una comprensión de los márgenes operativos y un flujo libre de caja negativo por segundo año consecutivo.
Ericsson anunció en octubre que eliminará 3.000 puestos de trabajo en Suecia, casi una quinta parte de su plantilla allí, para ahorrar 9.000 millones de coronas (936 millones de euros) en 2017.
El gigante sueco cuenta con algo más de 116.000 empleados en todo el mundo, de los que unos 16.000, el 14 %, están en Suecia.
Ericsson ganó 13.673 millones de coronas (1.472 millones de euros) netos en 2015, un 23 % más que el año anterior.
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