Semana del 06/5/22 al 13/5/22
Semana del 06/5/22 al 13/5/22
Palabras del Editor

El «paquete» laboral

El debate público sobre los anuncios del presidente Nicolás Maduro se ha limitado al bono fraccionado para los jubilados, pero hubo otro cuya importancia es en absoluto menor. Se trata de la redacción y aprobación de un paquete de leyes específicas derivadas de la Ley Orgánica del Proceso Social Trabajo vigente.

Se refiere a las 10 normas legales específicas que regulen las relaciones laborales de los trabajadores y las trabajadoras en el hogar, a domicilio, motorizados y motorizadas, del deporte profesional, del sector agrícola, del transporte, navegación marítima, fluvial y lacustre, transporte aéreo, cultura, y aquellos que tengan con alguna discapacidad.

Además, en este paquete podría incluirse el proyecto de Ley de Trabajo Remoto o Teletrabajo y algunas otras.

Como principio, los derechos laborales conforman un marco esencial para asegurar el funcionamiento estable de cualquier economía. El sector laboral es parte constitutiva de la actividad económica y, en consecuencia, debe obtener los mayores beneficios posibles en un marco adecuado de productividad, competitividad y eficiencia.

Hace mucho tiempo que el diálogo tripartito se ha configurado como una herramienta fundamental para el logro de unas relaciones económicas justas y equitativas, por lo tanto nadie puede discutir la necesidad de la existencia de un cuerpo jurídico que regule con sensatez y sentido de justicia las relaciones específicas en el mercado laboral.

Dicho lo anterior, el hecho de que este paquete de leyes se discuta como un mandato político de urgencia lleva a advertir sobre los efectos negativos que puede tener una sobrerregulación laboral en la economía.

El gobierno parece actuar como si la recuperación económica fuese un hecho, un resultado, y no un proceso de cuya evolución también debería depender la indispensable mejora de las remuneraciones y, en general, de las condiciones laborales, como parte de un proceso de diálogo constructivo.

Lo cierto es que la crisis, que aún persiste aun cuando la economía haya tocado fondo, aparentemente, demostró que una normativa laboral intervencionista, punitiva, y excesivamente cargada de obligaciones no sirve para crear y mantener los empleos. Al contrario, este es uno de los factores que ha generado un histórico índice de informalidad.

Es necesario que estos proyectos de Ley sean consultados ampliamente, revisados en el ámbito tripartito y que se analicen con datos y criterios sensatos las implicaciones que pudieran tener para sectores económicos que apenas están dando señales –de paso, débiles en la mayoría de los casos- de crecimiento.

Hemos insistido en la necesidad de una reforma laboral; sin embargo, lo que ha ocurrido en la práctica es que el mercado se ha ajustado, en función de las realidades económicas concretas. ¿El resultado? El sector privado está pagando salarios varias veces superiores a los que devengan los funcionarios públicos.

Y este proceso ha sido posible, en buena medida, porque el gobierno ha permitido ese ajuste, a través de una aplicación más realista de la Ley.

Entendemos que ante la propagación de la idea de que la economía se está recuperando y las cifras auspiciosas que el Ejecutivo Nacional viene mostrando, es posible que la conflictividad laboral se incremente.

Y en este sentido cabe esperar que las autoridades, como árbitros, tengan una actitud sensata. Una cosa es que de manera concertada cada empresa decida discutir sus condiciones de trabajo, y otra es que exista un mandato absoluto y sin excepción de discutir convenciones sin tomar en cuenta si las organizaciones están en condiciones reales de enfrentar esos procesos, con los incrementos de costos que acarrean.

La representación gremial de los empresarios ha sostenido un diálogo bipartito con los sectores sindicales, ha insistido en la voluntad de mejorar con el necesario sentido de urgencia las condiciones de trabajo, pero es indispensable que se abra un margen de diálogo constructivo para determinar unas condiciones adecuadas para enmarcar esa revisión de las relaciones laborales.

La crisis ha dejado lecciones muy claras sobre la inconveniencia de pretender dirigir estrictamente los procesos económicos. Las regulaciones excesivas son obstáculos, no soluciones, por más justas que parezcan. En lugar de defender los derechos de los más débiles contribuyen a generar más pobreza.

Ojalá este paquete legislativo se diseñe y apruebe con otra perspectiva. Las condiciones existen, hay un clima de diálogo saludable entre gobierno, empresarios y sector laboral. Esta es una buena oportunidad para hacer lo que mejor conviene a todos.

César Aristimuño Director de Aristimuño Herrera & Asociados

Análisis Estratégico

Las comunidades digitales deben ser protagonistas en tu estrategia

Cuando hablamos de redes sociales, hay que orientar la estrategia hacia el usuario y, por ende, a la comunidad.

No se trata de tener miles y miles de seguidores, sino de la construcción de una comunidad fiel y apasionada que se quede por ese valor agregado que la marca puede ofrecerle. Por otro lado, la competencia por los clientes es más feroz que nunca y debemos diferenciarnos en un medio que va velozmente.

¿Cómo podemos hacerlo? Hay que interactuar con la comunidad, escucharlos, mostrar una marca cercana a sus intereses y preocupaciones, que a su vez, son elementos que se deben considerar para la creación de un contenido personalizado que conecte con sus emociones y experiencias.

Entonces, este 2022 es el momento de fortalecer a las comunidades y debe ser una de las prioridades a partir de ahora. ¿Por qué? Vivimos en un mundo 4.0 cuya característica es la colaboración marca – sociedad, centrado en valores, percepciones de la sociedad, cuidado del medio ambiente y todo aquello que nos permita la inclusión, la libertad de opinión y ser parte de un movimiento.

Por otra parte, está comprobado, que los clientes valoran las interacciones y las conversaciones de la marca-sociedad, ya que éstos ayudan a reforzar la fidelidad antes de invertir en la compra de un producto o servicio. Aquí también tomamos en cuenta los aportes que ellos pueden realizar: contenido real, reseñas, usar un hashtag determinado, unboxing de productos y otros.

Recordemos también que las redes sociales han sido estimuladas por la tecnología y aceleradas por la pandemia, y en consecuencia, se han creado innumerables puntos de contacto con el consumidor. De los cuales no podemos descuidar a ninguno, sino potenciarlos, a través de contenido de calidad, personalidad, creatividad, colaboración con la sociedad, y una excelente atención al cliente.

El nuevo estándar, en mi opinión, está compuesto por una serie de elementos que hacen que se tenga el éxito con los clientes y comunidades digitales. Estos elementos serían:

  • Mostrar transparencia y coherencia a lo largo del camino.
  • Escuchar lo que dicen meticulosamente.
  • Crear y desarrollar una personalidad, que esté alineada con los valores de la marca y con la comunidad.
  • Interactuar constantemente con la comunidad haciendo que éstos participen en ideas, conversaciones, y tendencias
  • Y por último, que los clientes estén en el corazón del negocio con experiencias únicas y rápidas.

Ahora, el desafío es fidelizar a lo largo del tiempo, y que la comunidad se convierta en un defensor de la marca. Esto va más allá de hablar bien del producto. Consiste en trabajar para que se conviertan en embajadores del producto, servicio e incluso filosofía, pues todo lleva a completar una experiencia de cliente el cual tenga la satisfacción y calidad deseada, en un medio que va desde lo offline a lo online.

¿Qué implica esta experiencia del cliente que puede ir más allá de las redes sociales? La calidad de la atención al cliente, el enfoque de marketing, premios a la fidelidad de los clientes, la forma en que funciona el producto o el servicio y como innovan para venderlo dentro y fuera de las redes.

Las organizaciones inteligentes están entendiendo estos puntos. Por lo tanto, es fundamental encontrar ese valor agregado para la comunidad, el mensaje a transmitir y poner al cliente en el centro de lo que hacemos. Sin duda alguna, los consumidores están buscando siempre algo más. Algo más genuino y transparente. ¿Tu marca tiene lo necesario para que encuentren en tus canales digitales lo que necesitan?

Josymar S. Carrero R. Consultora en Redes Sociales, Profesora Universitaria y Community Manager

Gráfico de la Semana

Estos son los escenarios sobre la evolución de las remesas actualizados con los más recientes pronósticos de bancos de inversión internacionales, como Credit Suisse. Frente a las proyecciones de finales de 2021, hay una notable mejora para los próximos años, debido a las proyecciones de crecimiento para Venezuela.

Claves de la nueva política arancelaria

El gobierno emitió un decreto donde prorroga hasta el 31 de diciembre la exoneración de aranceles y el Impuesto al Valor Agregado (IVA), pero estableció algunos cambios en la estrategia que conviene puntualizar.

  • El decreto se limita a solo tres apéndices y solo uno prevé exoneraciones completas de aranceles e IVA. Se mantienen  los códigos relacionados con la prevención de la covid-19.
  • Las exoneraciones para los productos farmacéuticos se difieren y se exige la presentación de un Certificado de No producción Nacional o de Producción Nacional Insuficiente.
  • Los productos de vestido y calzado fueron excluidos del decreto, porque la estructura impositiva para estas importaciones será modificada.
  • También se excluye al sector automotor, porque ya contempla beneficios fiscales.
  • Para el contingente arancelario la exoneración es puntual y «por tiempo reducido».
  • Las exoneraciones se limitan a las importaciones de materias primas con un total de 2.119 códigos arancelarios.

Visión Gerencial

Cambio de ciclo: Las empresas deben tener el tamaño correcto

Aunque posiblemente la economía venezolana puede crecer entre 5% y 8% del PIB este año, las condiciones siguen siendo difíciles, porque la expansión  de la economía no apunta a un proceso estable.

Es posible que el consumo no suba en función de las expectativas más optimistas, aún cuando el discurso siga siendo auspicioso tanto en el gobierno como en los gremios empresariales. Las expectativas, sin duda, tienen que ser moderadas.

Hasta no hace mucho varios estudios demostraron que una buena porción de empresas tenían menos personal del que requerían para cumplir sus objetivos, por lo que el dilema estaba en la incapacidad de las organizaciones para ajustar más sus nóminas en el caso de que las condiciones económicas fuesen peores.

El dilema ahora es otro. El crecimiento económico esperado pudiera aconsejar aumentar nómina, en función de satisfacer una mayor demanda de productos y servicios, pero esta situación debe verse con cuidado en función de la calidad de la expansión del PIB.

Por ello, es importante el concepto de «Right Sizing» como estrategia que, en términos sencillos, supone ajustar la empresa al tamaño correcto, en función de su mercado, de manera que el ajuste tiene que ver más con el arquitecto que diseña un espacio a medida, especialmente en un entorno que plantea nuevas complicaciones, como el posible aumento de la conflictividad laboral en el sector privado.

Muchas empresas en Venezuela han hecho este tipo de ajuste, a partir de una serie de cálculos que intentan definir la evolución de su mercado potencial, y esa es una perspectiva valida, porque el ejercicio de ajuste o definir el «tamaño correcto» no debe hacerse a partir de una realidad presente, sino de un escenario realista de mercado óptimo posible en un lapso determinado de tiempo.

En concreto, el «Right Sizing» o dimensionamiento correcto es una práctica más referida a la gestión de capital humano y, en condiciones normales, se utiliza para balancear cargas de trabajo y optimizar procesos.

En Venezuela, es un ejercicio que abarca a todos los elementos de la organización, porque la crisis ha obligado a redefinir todas las estrategias en todas las áreas, comenzando por las capacidades productivas  y llegando hasta el portafolio de productos, definido por su rentabilidad.

En el caso del dimensionamiento aplicado al recurso humano, caben tres elementos fundamentales a considerar, según diversas fuentes.

– Eficiencia en los procesos

– Tecnología

– Carga de trabajo por funciones

Y se puede añadir un cuarto que es costo de remuneraciones.

Como quizás hemos dicho en otras ocasiones, mucho del cuerpo de tendencias gerenciales no es más que un reempaquetamiento de prácticas de sentido común; sin embargo, en realidades inciertas, con contextos recesivos e hiperinflacionarios, las dimensiones de los negocios pasan a ser problemas críticos, porque no hay margen para compensar las ineficiencias y hay que atacarlas prácticamente en tiempo real.

Hay un mensaje repetido que no debe dejar de mencionarse: ser más pequeño no es necesariamente malo, si se es más eficiente. Hacer más con menos está bien, lo que no está bien es tratar de hacer más con déficit de gente, tecnología y recursos.

Estos procesos de redimensionamiento no implican reducciones de costos inmediatos; de hecho, pueden ser tremendamente costosos, por lo que algunos expertos consideran que deben ser ajustes progresivos, no planes anuales, porque las finanzas, las ventas y el clima interno, entre otros factores, se pueden resentir severamente si un líder empresarial amanece un día y decide que su negocio será más pequeño.

Crecer siempre es más fácil y más orgánico. Los negocios generalmente se diseñan con esa perspectiva.

Una clave importante en el redimensionamiento de los negocios en Venezuela ha sido, aunque muchos no lo crean, la adopción de nueva tecnología. Hay que aclarar que la tecnología es clave en la optimización de procesos y la supresión de algunas funciones dentro de la empresa, pero no siempre implica menos costos en el corto plazo.

Básicamente, los procesos de «Right Sizing» parten de unas preguntas básicas: ¿Tengo la gente adecuada y en el número suficiente para cumplir los objetivos del negocio? ¿Mi estructura organizacional es lo suficientemente eficiente para llevar adelante el trabajo productivo de la empresa? ¿Cuáles son los procesos realmente indispensables para cumplir las metas y cuáles no? ¿Dónde hay fuentes de costos no asociadas directa o indirectamente con la generación de renta? ¿Tengo claro los perfiles de personal que se requiere para cada área y/o proceso? ¿Cómo se gestionan las cargas de trabajo en la organización? ¿Tengo los cargos gerenciales que se necesitan realmente o duplico innecesariamente responsabilidades? ¿Cómo evolucionará mi mercado en unidades y facturación en un lapso determinado? ¿Tengo la tecnología que necesito y cuál es mi nivel de rezago con los líderes de mi sector? Entre otras.

Las respuestas a estas preguntas nunca son definitivas, por lo que monitorear si las dimensiones del negocio son correctas es un proceso constante, más en una economía volátil y muy afectada por años de contracción en el PIB. Por último, la teoría señala que las estrategias de «Right Sizing» generalmente tienen 4 pasos:

– Inventario organizacional

– Identificación de productos y propósito a nivel de unidades organizativas

– Análisis cuantitativo a nivel de posiciones y/o cargos (operativos y técnicos)

– Análisis cualitativo a nivel de posiciones y/o cargos (operativos y técnicos)

Estos análisis son básicamente test de rendimiento real, en función de los objetivos previamente establecidos, y lo que se sugiere es crear matrices de relevancia para conseguir un producto o resultado final, donde se establezcan escalas, tanto por unidades de la empresa como por posiciones o cargos.

Es importante destacar que las empresas venezolanas, en esta etapa, necesitan muchas fortalezas administrativas, y quizás eso sea algo de lo que se hable poco; sin embargo, abordar este tipo de análisis sistémico y técnico puede ser la diferencia este sobrevivir y perecer.

Armando J. Pernía Periodista y Editor de Banca y Negocios

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