Informe Especial | Se agrava la emergencia económica: es urgente acordar un nuevo enfoque

Los comunicados de los gremios empresariales donde solicitan que la reapertura de actividades sea permanente se han multiplicado en las últimas semanas, y no se trata de una campaña de presión infundada.

Lo cierto es que los reportes que se están recibiendo sobre el desempeño de la mayoría de los sectores económicos del país llaman a una profunda preocupación. No parece una exageración la afirmación de los líderes de los gremios comercial y manufacturero según la cual alrededor de 40% de la red empresarial que sobrevive en Venezuela puede desaparecer definitivamente.

¿Qué estamos observando, como fenómenos generalizables? Muchas empresas registran graves niveles de descapitalización e insuficiencias de liquidez, a tal extremo que la insolvencia se está propagando aceleradamente, especialmente en la pequeña empresa, muy particularmente la comercial.

Es alarmante que después de ocho meses de estado de alarma, la respuesta política de la administración del estado sea tan precaria en términos económicos como lo ha sido, de manera que los esfuerzos para mantener una actividad productiva y comercial más o menos ajustada a los requerimientos del mercado es una tarea muy cuesta arriba.

Poniendo en perspectiva las proyecciones que tenemos para el año 2021, es indispensable que se produzcan cambios importantes en materia de apoyo a la inversión.

La estrategia contractiva de la liquidez a través de la restricción del crédito es ya insostenible, la aplicación de mecanismos de control sobre los precios tiene efectos cada vez más confiscatorios y las importaciones de bienes con exoneraciones impositivas representan ya una amenaza real para la subsistencia de muchas empresas en el país.

En un entorno tan retador como el venezolano es indispensable establecer estrategias que incentiven la recuperación urgente del tejido empresarial paralizado y se dinamice el consumo, en principio a través de la creación de empleo y el restablecimiento del mercado laboral formal.

Lo preocupante es que no existe ninguna política pública clara que vaya en esa dirección, sino que se insiste en estrategias que privilegian el mantenimiento del control  de la economía sobre un verdadero desarrollo de las capacidades productivas.

Las condiciones financieras que enfrenta el gobierno no pueden ser peores. El mejor escenario que se puede esperar para el año que viene es que se llegue a acuerdos con el gobierno de Estados Unidos para relajar las sanciones sobre la industria petrolera por razones humanitarias.

En el Informe Privado de Aristimuño Herrera & Asociados de esta semana la nota editorial expone evidencias preocupantes sobre la situación de las empresas por el largo período de alarma nacional por la expansión del covid-19. La conclusión es que las medidas puntuales de apoyo monetario -de por sí muy insuficientes- no basta, sino que llegó la hora de discurtir, en serio, una estrategia urgente y concreta para ir saliendo de la recesión.

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