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28/05/2022 08:21 AM
| Por AFP

Hungría se alista para desafiar a la UE en su plan de embargo al petróleo ruso

Hungría se alista para desafiar a la UE en su plan de embargo al petróleo ruso

El primer ministro húngaro, Viktor Orban, preparó su más reciente desafío antes de que los gobernantes de la Unión Europea (UE) se reúnan el lunes para definir el sexto paquete de sanciones contra Rusia, que incluiría un embargo petrolero.

El paquete propuesto semanas atrás por la Comisión Europea, brazo ejecutivo del bloque, requiere del apoyo unánime de los 27 países de la UE.

Pero el combativo Orban, reelecto en abril para un cuarto mandato consecutivo, ha dicho que el embargo es una «línea roja» y una «bomba atómica» que destruirá la economía de su país.

Budapest, que bajo el mando de Orban ha buscado acercarse a Moscú, insiste en que la prohibición provocaría una recesión, escasez y aumentos de precios, al tiempo que afectaría la seguridad energética de Hungría.

Orban dijo la semana pasada en una carta al jefe de la Comisión Europea, Charles Michel, que no tiene sentido plantear el embargo en la cumbre.

Soluciones antes de sanciones

«Las soluciones deben venir antes de las sanciones», declaró Orban, frecuentemente en contradicción con las decisiones de la UE y actualmente en desacuerdo con el bloque sobre cuestiones del estado de derecho.

Orban descartó la oferta de la UE de una exención de unos pocos años e insiste en que el paquete exima las importaciones de crudo por oleoductos como el «Druzhba» (amistad), por el que pasa 65% de la demanda petrolera del país.

Como alternativa quiere una exención más prolongada y un período de transición de al menos tres y medio a cuatro años, y al menos 800 millones de euros (860 millones de dólares) en fondos de la UE para modernizar sus refinerías y aumentar la capacidad del oleoducto a Croacia.

Ante ello, el ministro alemán de Economía, Robert Habeck, y otros han llamado a la UE a aplicar el embargo de cualquier manera.

«Si 26 de nosotros lo acordamos, incluso con la excepción de Hungría, es un camino que yo siempre apoyaré», manifestó a la radio pública alemana.

Dinero en juego

Algunos expertos dudan sobre la alarma oficial de Hungría sobre la prohibición del petróleo ruso.

«Será difícil para la economía pero no una bomba atómica» aseguró a AFP Zoltan Torok, un economista del Banco de Budapest.

«Sería costoso, potencialmente causaría alguna escasez que no se resolverá de un día para otro, pero es un desafío que puede ser manejado», aseguró.

El conglomerado energético húngaro MOL opera una refinería cerca de Budapest y otra en Eslovaquia, ambas consideradas entre las más modernas y adaptables de la UE.

En realidad la resistencia húngara se debe más a una «situación ventajosa» de la que goza actualmente MOL debido a la guerra, señaló Tamas Pletser, analista energético de Erste Bank de Budapest.

Administrada por un aliado de Orban, MOL solía comprar crudo ruso a un valor de uno a tres dólares menos por barril que el Brent.

Pero el temor al embargo hizo que esa diferencia aumentara a 30 a 40 dólares por barril.

«MOL está ganando por los dos lados, compra crudo barato de Rusia y lo vende a un buen precio en el mercado libre, está ganado 10 millones de dólares adicionales por día», aseguró Pletser a AFP.

Nuevo impuesto

Budapest anunció el jueves un impuesto a las ganancias inesperadas que apunta a generar 300.000 millones de forintos (820 millones de dólares) de las «ganancias adicionales» de las empresas energéticas, en especial MOL.

La bonanza tributaria podría ayudar a apuntalar las campañas económicas de Orban, como los topes a los precios de combustibles y servicios, según Attila Holoda, un exsecretario de Estado de Orban y exfuncionario de MOL.

«La negativa del embargo es un asunto de dinero: proteger las ganancias de MOL e, indirectamente, los ingresos tributarios», dijo a AFP.

Medidas populistas como el tope al precio del petróleo ayudaron a Orban ganar la reelección en abril y la energía rusa barata es clave en su estrategia para seguir en el poder.

Hungría firmó el año pasado un acuerdo de abastecimiento de gas con la rusa Gazprom, y tres semanas antes de la invasión rusa a Ucrania, Orban discutió el acuerdo en Moscú con el presidente Vladimir Putin.

Orban ha seguido una línea neutral durante la guerra, sin culpar a Putin por el inicio de la guerra y enviando ayuda humanitaria –no militar– a Ucrania.

Hungría depende de Rusia para 85% de su gas, por lo cual su veto a la sanción es también «por el peligro de que el siguiente paso sea un embargo de la UE al gas, y eso sí sería una bomba atómica», según Zoltan Torok.

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