#Exclusiva: ¿Por qué incentivar la producción de conocimiento e impulsar la producción de maíz en Venezuela?

Según la Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales (Acfiman), en los últimos 15 años, Venezuela ha sido el único territorio con una tasa negativa de producción de conocimiento, pasando del 5.° lugar en la región en 2006 al 11.° en 2022, mientras Brasil, México, Argentina, Chile y Colombia muestran un crecimiento en ese mismo período.

Aunado a esto, según la Sociedad Venezolana de Ingenieros Agrónomos, la producción de maíz creció 35% en 2023 en comparación con 2022, pero esta actividad carece de apoyo de inversión pública en infraestructura productiva y créditos.

Pero, ¿qué relación hay entre la producción de conocimientos y la producción de maíz?

En el mercado encontramos el maíz en todas sus formas: pan, cereales, harinas, mazorcas tiernas (jojoto), aceites, entre otras, y se debe a que este grano es una fuente en carbohidratos, es rico en fibra, en vitaminas y minerales.

Aunado a esto, es un producto tan versátil que nos ayuda a cuidar el medio ambiente.

A propósito del tema del cambio climático y el cuidado del planeta, en el año 2022, un grupo de investigadores de la Escuela de Salud Pública TH Chan de Harvard (Estados Unidos) y la Universidad Tecnológica de Nanyang (Singapur) desarrollaron un nuevo tipo de envases biodegradables elaborados a partir de una proteína del maíz: la zeína. La investigación está publicada en la página web de la Universidad Tecnológica de Nanyang.

Propiedades de la zeína

La zeína es una proteína conocida desde hace varios años y presentada como una alternativa a los derivados del petróleo que no requiere ningún tratamiento para su reciclaje.

Por otro lado, en presencia de humedad y bacterias, la zeína es capaz de liberar pequeñas cantidades de elementos antibacterianos, lo cual es clave, ya que permite prolongar la vida útil de los alimentos frescos, hasta 3 días más que los envases tradicionales de plástico.

Además de esta proteína, los envases también están formados por biopolímeros de origen natural y de compuestos bacterianos procedentes de una mezcla de aceites naturales como, por ejemplo, el aceite esencial de tomillo.

Crédito: Pixabay.

Otras investigaciones

En este contexto, en 2016, científicas de las universidades de Valencia y Cambridge propusieron la zeína para el diseño de dispositivos de monitorización, biokits y biosensores. El trabajo fue publicado en la revista Biosensors and Bioelectronics.

“Los materiales biodegradables deben ser en un futuro próximo los sustitutos definitivos de los actuales plásticos”, señaló Neus Jornet, una de las autoras de la investigación de Cambridge.

Otros expertos han comprobado que la zeína se puede usar para crear estructuras fibrosas similares a la de la carne.

Una investigación realizada por científicos de la Universidad de Guelph (Canadá) ha descubierto que dicha proteína del maíz podría revolucionar la industria de los alimentos sustitutivos de la carne, ya que han desarrollado un sistema innovador para crear estructuras fibrosas similares a las de la carne a partir de la zeína.

La ciencia no para de buscar soluciones para los envases de plástico y productos de imitación, y puede ser que una de esas soluciones esté en la zeína.

A nivel mundial, el maíz cuenta con usos versátiles, que son de mucha ayuda para el cuidado del medio ambiente. Es importante incentivar la producción de conocimientos en Venezuela y apoyar a los agricultores para que formen parte en el desarrollo de un mundo más sostenible.

Crear, con nuevas tecnologías y conocimientos, productos de imitación que sean más saludables, sostenibles y asequibles.

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