El costo social de la Constituyente

Los costos sociales están relacionados a los valores individuales que deben asumir los ciudadanos para poder mantener niveles aceptables de producción. Al igual que toda compañía para poder obtener ingreso debe incurrir en una serie de costos de producción, el ciudadano debe adjudicarse costos sociales para poder balancearse sobre el sistema económico.

Mucho se ha hablado sobre los costos sociales, y se determina relaciones con el Estado como  el administrador de los grandes costos sociales, que se derivan desde el uso de los recursos naturales, minerales, químicos, y hasta financieros, donde el gasto público asume roles significativo en su desarrollo.

Desde hace muchos años el gobierno Venezolano ha ostentado grandes niveles de gasto público y esto debido a los óptimos precios del petróleo y jugosas recaudaciones de impuestos que por años denotaron crecimiento audaz, lo cual ha permitido al Gobierno desarrollar planes de subsidios, que por gran parte del “pueblo” fueron bien recibidos.

A través del tiempo factores externos como el control cambiario, la disminución del precio del barril de petróleo, el cese de funciones de grandes empresas, el congelamiento de los precios, la fijación de márgenes de ganancia y ahora la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) han generado un grave problema que conlleva que el venezolano asuma dicho costo social.

En apenas menos de una semana de aprobada la ANC, los venezolanos se han visto envueltos en el mayor déficit financiero individual, esto debido a los altos índices económicos, que nunca antes habían alcanzado niveles tan altos en Venezuela, entre ellos los precios de las divisas, donde el mercado paralelo refleja un alto valor.

El venezolano, en vez de esperar un cambio de esquema económico, a diario tendrá que afrontar las vicisitudes del sistema y asumir los costos sociales.

El costo social debe ser asumido de manera individual para que cada ciudadano pueda avanzar, pero un poco difícil de asumir tal costo cuando las rentas están muy por debajo de los costos, lo cual básicamente genera un margen de pérdida individual.

El gobierno puede coadyuvar a disminuir los costos sociales, a través de los incentivos financieros, el control de indicadores como las tasas de intereses, también la reactivación del aparato productivo, a manera de poderlos mantener, y el óptimo uso de los recursos naturales. Falta  mucho camino por recorrer, aún no se inicia la discusión de la nueva constitución y el mercado nacional ya ha empezado a sufrir grandes embates económicos.

Entre tanto cada ciudadano venezolano debe seguir asumiendo los costos sociales, quedando demostrado que las clases más vulnerables son las que primordialmente resultan afectadas.