Dispersión en el precio del dólar

El desempeño de los precios, incluso en mercados completos, estructurados tipo pool, donde la valoración social y el costo de oportunidad del bien en cuestión suele reflejarse en el precio, puede mostrar factores estacionales que lo impactan.

Por ejemplo, los ciclos y/o la estacionalidad en el pago del ISLR, muy especialmente en un país con hiperinflación donde las labores de manejo de efectivo y tesorería exigen evitar la pérdida de valor de los activos más líquidos; suele impactar la determinación del precio del dólar. Un aumento estacional de demanda de bolívares para afrontar estos compromisos, vendiendo divisas como forma de protección ante el bolívar y la inflación, pudiera mostrar cierto impacto recurrente en el historial del desempeño del precio de la divisa -controlando el resto de los factores-.

Sin embargo, ante la continuada inyección de bolívares al mercado de dinero doméstico, siendo que la liquidez monetaria habría crecido durante el último mes en más de 60%, aparece una dispersión del precio de la divisa según lo mostrarían nuevos y distintos marcadores, muchos de estos al alza.

El hecho cierto es que los mercados imperfectos, segmentados, disgregados, incompletos, muchos de estos del tipo bilateral en contraposición a un mercado de pool, tienden a mostrar diferencias y dispersiones. Casualmente una de las ventajas de un mercado de pool completo, es la agregación de la oferta y la demanda, lo que evita resultados sesgados por el peso relativo que uno o un conjunto de actores podría ejercer aisladamente en cada mercado diferenciado (evitándose un elevado precio promedio ponderado de la divisa, elemental resultado de una discriminación de precios ante una oferta dada o limitada).

Adicionalmente, los costos transaccionales, literalmente entre mercados físicos y virtuales, así como costos y riesgos asociados a las transacciones pueden verse reflejado en la dispersión de los precios

Los conceptos de un “Precio justo” o en contraposición un “precio excesivo” por la divisa resultan difícil de argumentar toda vez que estos están reflejando los costos de oportunidad entre, ciertos oferentes y demandantes voluntarios que cierran una operación (más allá de la regla de reparto de excedentes toda vez que constituye un juego suma positivo). Lo anterior sin menoscabo de que ante la ausencia y la prohibición de mercados libres y legales con información suficiente y con protección legal hacia los involucrados, siempre aparecerán oportunistas y delincuentes que buscan sacar provecho.

La ventaja de un mercado formal tipo pool, oficial y legal, es que por un lado se reducen los costos transaccionales y sus riesgos asociados, y luego, tan importante como lo anterior, si uno tiene en mente que el precio de la divisa es marcadora de precios en el país, por medio de un mercado formal de pool suele dificultarse vía altos precios típicos de los mercados bilaterales -ceteris paribus-.

El problema radica en que la incidencia de la imperfección de estos “mercados por defecto”, sus costos transaccionales -así como obviamente la ausencia de oferta- y las ineficiencias derivadas de ello, son política pública deliberada. Así nos gobiernan.

* Economista UCV. Master in Competition and Market Regulation, BarcelonaGSE, Universidad Pompeu Fabra, Universidad Autónoma de Barcelona. Master en Economía Industrial, Universidad Carlos III de Madrid. Master en Economía y Derecho del Consumo, UCLM. Postgraduate Diploma in Economics for Competition Law, Kings College London, University of London. Especialización en Economía de los Sectores Telecomunicaciones, Energía, Farmacéutico, Transporte, Agua y Banca, Universidad Carlos III de Madrid, Universidad Pompeu Fabra. Programa Avanzado en Política de Competencia, Instituto de Empresas, IE.