Datanálisis: Aumenta sostenidamente rechazo social de sanción contra importación de diésel (+ cifras)

De acuerdo con cifras de Datanálisis, el diésel se ha convertido en el mejor combustible para el rechazo a las sanciones impuestas por Estados Unidos a Venezuela. En su cuenta de Twitter, el presidente de la encuestadora, Luis Vicente León, sostiene que 66,4% de los venezolanos cree que Washington debe levantar la prohibición de importar este carburante, a través de operaciones de canje.

Esta medida «no cumple su objetivo de presionar al gobierno pero si amplifica la crisis severa que vive la población y amenaza la destrucción del aparato productivo», dice el veterano analista.

En otro mensaje, León sostiene que «72,8% de los venezolanos cree que la sanción al diésel, prohibiendo su intercambio por petróleo no ha producido ningún cambio político en el país, mientras que 69,4% indica que si ha generado escasez para el transporte de alimentos, medicinas y otros bienes básicos».

El 61% de los encuestados apunta que esta sanción impulsa la creación de un mercado negro de combustibles «que genera sobre costos e ineficiencias dramáticas para consumidores, distribución y producción de bienes».

El punto medular del analista es que, en definitiva, 68% de los venezolanos encuestados por Datanálisis rechaza la sanción contra la adquisición de diésel, porque considera que afecta a los ciudadanos y no al gobierno.

– A favor y en contra –

La comunicación oficial apunta a que todos los problemas que padece el país tienen su exclusiva causa en las sanciones impuestas por Estados Unidos, a pesar que la evidencia empírica y estadística muestra que el deterioro progresivo de la industria petrolera -que alguna vez generó 95% de las divisas que ingresaban al país- comenzó antes que la administración de Donald Trump impusiera sanciones a entidades del gobierno y no a personas.

El discurso del gobierno ahora es validado -no necesariamente respaldado de manera directa- por varios analistas y dirigentes de la oposición partidaria de abrir una negociación política con el Ejecutivo chavista. En este sentido, Luis Vicente León, presidente de Datanálisis, cree que es «éticamente inadecuado»… «jugar con la comida, salud, energía, y trabajó de la gente», por lo que sostiene que no es una línea política correcta respaldar la continuación de esta prohibición.

«La negociación política requiere un marco de estabilidad previa. Es imposible avanzar en una negociación (de por sí difícil y espinosa) mientras la gente agrega sufrimiento a su vida, colapsando la producción agrícola y la distribución de sus bienes esenciales sin diésel», apunta el presidente de Datanálisis.

Y remata: «Las negociaciones necesitan que la partes hagan un gesto previo para estabilizar el ambiente. Maduro, la oposición y sus aliados necesitan ceder en todos los elementos humanitarios antes de comenzar su negociación política o el resultado será el mismo de siempre: encochinamiento».

La oposición que es formalmente dirigida por Juan Guaidó sigue respaldando las sanciones, aunque recientemente se ha abierto a un proceso de negociación política que, en función de las concesiones del gobierno, permita ir desmontando las prohibiciones y limitaciones impuestas por Washington.

El problema es que, aparte de la negociación con el gobierno, el sector opositor que ganó la mayoría en las elecciones parlamentarias de 2015 está ahora proponiendo conversaciones con otros sectores del antichavismo y parece que estas diferencias pueden ser más profundas que las que existen con el ejecutivo socialista.