Changan Foton
05/06/2025 03:06 PM
| Por Armando J. Pernía (Banca y Negocios)

#Análisis: Gestión de flujos de efectivo es la "papa caliente" para las empresas en esta coyuntura

Para el analista y director de la Escuela de Contaduría Pública de la Unimet, John Beaujon, la gestión del efectivo generado es una prioridad para las empresas, así como una adecuada planificación tributaria.

#Análisis: Gestión de flujos de efectivo es la «papa caliente» para las empresas en esta coyuntura

La gestión del flujo de efectivo es actualmente la «papa caliente» de las empresas, «porque todos queremos tenerlo, pero una vez que se tiene hay que buscar de inmediato qué hacer con esos recursos, porque no podemos dejarlos inmovilizados, ya que ese efectivo se quema en el sentido de que pierde aproximadamente uno o dos por ciento de su valor diariamente al tipo de cambio del Banco Central de Venezuela».

Para John Beaujon, magister en Finanzas, profesor del IESA, especialista en Derecho Financiero y director de la Escuela de Contaduría Pública de la Universidad Metropolitana (Unimet), tener políticas claras y eficientes de gestión de los flujos de efectivo es actualmente clave para mantener la solidez financiera de las empresas en el país.

A su juicio, en un entorno económico incierto y con volatilidad cambiaria, la gestión financiera se centra en prioridades de corto plazo, como el equilibrio entre las cuentas por pagar y las cuentas por cobrar, un asunto que se ha transformado en un problema severo para las organizaciones.

«En definitiva, en situaciones como la actual, la buena gestión del efectivo nos va a dar cierta ventaja de negociación. Por ejemplo, si surgiera la buena noticia de que el banco nos asigna divisas, es importante tener cómo aprovechar esa oportunidad. Si un proveedor ofrece alguna posibilidad de descuento por pronto pago o si la razón que va a permitir incrementar mis ventas es otorgarle un mayor periodo de crédito a mis clientes, cuando tengo efectivo soy capaz de aprovechar esas coyunturas», explica Beaujon.

En consecuencia, el académico y profesional de la contaduría pública no duda en afirmar que las empresas «deben priorizar por sobre todas las cosas la gestión del efectivo».

#Análisis: Gestión de flujos de efectivo es la «papa caliente» para las empresas en esta coyuntura

«Todos queremos contar con generación de efectivo, de liquidez, pero en este contexto de inflación y volatilidad cambiaria, hay que encontrar de inmediato qué hacer productivamente con esos recursos»: John Beaujon.

¿Y qué hacer con el efectivo en las empresas?

Para Beaujon, la otra discusión relevante es qué hacer con el efectivo, porque «una cosa es mantenerlo en las cuentas bancarias y saber que a diario va a perder capacidad de compra y otra cosa es ver qué alternativas existen para evitar esa erosión».

«Todos queremos contar con generación de efectivo, de liquidez, pero en este contexto de inflación y volatilidad cambiaria, hay que encontrar de inmediato qué hacer productivamente con esos recursos, porque se queman por la pérdida que significa la depreciación del bolívar en el mercado cambiario».

Beaujon constata que las opciones de generar efectivo en moneda extranjera son cada vez más limitadas; por lo que las gerencias empresariales buscan opciones como adelantar pagos, utilidades, remuneraciones y otros mecanismos que permitan utilizar esa liquidez de manera productiva.

El impacto de los impuestos

Otro punto que pone en alerta permanente a los gerentes de empresas en Venezuela, desde el punto de vista financiero, son los impuestos, la carga tributaria.

La más reciente Encuesta de Coyuntura Industrial de Conindustria, correspondiente al primer trimestre de 2025, reveló que para el 77% de los empresarios del sector manufacturero, su gran preocupación, son los elevados impuestos, tanto fiscales como parafiscales, siendo el primer factor que impacta negativamente a la producción.

En este sentido, John Beaujon advierte que la única manera de gestionar los impactos de los elevados niveles de imposición fiscal es una correcta y eficaz planificación financiera, por una razón muy sencilla: si se suman los distintos elementos de la carga tributaria, los precios finales de los productos o servicios pueden «sacar a cualquier empresa del mercado».

Y, en este punto, el analista hace una advertencia: la formalidad es muy costosa en Venezuela.

«Los impuestos en Venezuela pueden afectar en dos vías. En primer lugar, a la rentabilidad como ocurre en cualquier jurisdicción, pero lo más importante es que afectan al flujo de caja, básicamente por la presión del número de impuestos y contribuciones y porque el universo de sujetos pasivos especiales es tan grande que genera una distorsión», precisa.

#Análisis: Gestión de flujos de efectivo es la «papa caliente» para las empresas en esta coyuntura

«La ausencia de planificación fiscal no permite optimizar el manejo del impacto fiscal, pero lo más grave es que se eleva el riesgo de incumplimiento normativo»: John Beaujon.

Planificación contra el riesgo tributario

Para Beaujon, el hecho de que hasta un quiosco pueda ser catalogado como contribuyente especial, por el rezago en el valor de la Unidad Tributaria, implica, por ejemplo, que una empresa pequeña se convierte en agente de retención del IVA, de manera que, cuando emite una factura probablemente tendrá que hacer una declaración quincenal de este tributo y pagar el impuesto sobre una transacción cuyo importe no se ha recibido.

En opinión de Beaujon, una recomendación indispensable es mantenerse dentro de los límites que pautan las normas tributarias, porque los montos de las sanciones son extremadamente elevados y, en este sentido, dice conocer casos en los que la penalización impuesta ha llegado a comprometer severamente el capital de la empresa.

La planificación financiera en un país con incertidumbres de todo tipo es un reto enorme y permanente, por ello es conveniente contar con asesoría adecuada -dice el académico- en función de gestionar los presupuestos de manera ordenada y saber moverse en medio de un entramado regulatorio complejo y exigente.

«La ausencia de planificación fiscal no permite optimizar el manejo del impacto fiscal, pero lo más grave es que se eleva el riesgo de incumplimiento normativo. El marco regulatorio y sancionatorio que tenemos en materia tributaria es muy difícil de sostener por las empresas, en términos financieros, porque el incumplimiento de una obligación de 1000 dólares se puede transformar en 100.000 cuando se suma todo el esquema sancionatorio», concluye Jean Beaujon, director de la Escuela de Contaduría Pública de la Unimet.

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