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27/11/2016 08:07 AM

Calificadora china Dangong rebaja los bonos soberanos de Venezuela de B a CCC

Dagong Global Credit Rating Co., Ltd. ( “Dagong”) rebajó las calificaciones de los bonos soberanos en moneda local y extranjera de la República Bolivariana de Venezuela ( “Venezuela”) de B a CCC, cada una de ellas con una perspectiva negativa.

El anuncio lo hizo en su página web. Desde entonces el gobierno de Venezuela no ha emitido comentario alguno sobre la rebaja de los bonos soberanos a “inversión especulativa, vulnerable en el momento y muy dependiente de la situación económica” de la calificadora china. Por el contrario, la ha ignorado por completo para señalar a las tres grandes agencias de calificación de riesgo occidentales (Moodys, Standard & Poor’s y Fitch Ratings) de estar participando en un complot.

Dagong es un empresa privada independiente del Estado chino, pero es muy influyente en el mundo empresarial del país asiático, donde en sus 22 años de actividad ha calificado 51.000 emisiones de deuda de 1.100 compañías establecidas en China continental.

Esta no es la primera rebaja en la calificación de los bonos soberanos venezolanos de la empresa China Dagong. En julio de 2014, Dagong rebajó la calificación de los bonos de BB+ a BB-. 

Está claro la pérdida de interés del gobierno chino en mantener una amplia y abundante línea de financiamiento a su “socio estratégico” en el Caribe. Aún cuando el gobierno de Maduro recurrentemente anuncia renovaciones de financiamientos provenientes de China, lo cierto es que se ha reducido a lo mínimo para mantener los intereses de sus empresas operando en Venezuela. Esa actitud ha sido coincidente con las rebajas de la calificación crediticia de la deuda venezolana, incluyendo la de Dagong.

Señala Dagong sobre Venezuela que la hiperinflación provocada por las políticas económicas inadecuadas y la emisión excesiva de dinero ha exacerbado el desequilibrio económico del país y alimentado los conflictos sociales en curso. Además, su alto déficit fiscal, carga de la deuda, la seria caída de las reservas internacionales y la continua presión de la devaluación de la moneda local han rebajado significativamente la solvencia del gobierno, tanto en moneda local como extranjera.

Las principales razones para rebajar las calificaciones de crédito soberano de Venezuela son las siguientes:

1. El ambiente de pago de la deuda de Venezuela se ha deteriorado considerablemente, junto con sus contradicciones sociales internas y la importante intensificación de los riesgos de crédito. En torno al referendo revocatorio del presidente en ejercicio, los conflictos entre el partido gobernante y la oposición se han intensificado durante el año 2016. A pesar de que existe una fuerte posibilidad de que el referéndum no se haga hasta 2017, la intensificación de las contradicciones sociales causada por la recesión económica y la escasez de suministros de bienes en Venezuela han debilitado significativamente el soporte a las decisiones del gobierno, poniendo así en peligro la seguridad social y la estabilidad política. A corto plazo, el riesgo de una escalada de conflictos políticos internos aumentará significativamente. Al mismo tiempo, la emisión excesiva de moneda por la interferencia del gobierno conduce a Venezuela a la hiperinflación, y por lo tanto su entorno de crédito se deteriora continuamente.

2. Habrá una profunda recesión en el corto plazo, mientras que las vulnerabilidades económicas siguen siendo graves en el mediano y largo plazo. En el corto plazo, limitado por el malestar social y la disminución de la productividad interna petrolera del país, la lenta recuperación de los precios internacionales del petróleo siguen siendo insuficientes para ayudar a Venezuela a aliviar su crisis económica. Venezuela seguirá sufriendo de hiperinflación y de una grave falta de correspondencia entre la oferta y la demanda. Se proyecta que la economía de Venezuela en el año 2016 y 2017 se contraerá en un 9,0% y 4,5%, respectivamente. En virtud de su inestable situación interna,en el mediano plazo, habrá una considerable incertidumbre en las reformas estructurales económicas de Venezuela y de la reducción de su alta dependencia de la industria del petróleo, lo que hace que la vulnerabilidad económica sea persistentemente significativa.

3. El déficit fiscal del país sigue siendo elevado, mientras que una alta dependencia de la ayuda externa y la emisión excesiva de moneda hace que los recursos de pago del gobierno sean extremadamente vulnerables, refiere lapatilla.com. A corto plazo, una recesión profunda y la caída en los ingresos petroleros representan una gran presión sobre los ingresos fiscales de Venezuela. Para aliviar los conflictos sociales crecientes y estabilizar su posición dominante, el gobierno mantendrá sus políticas fiscales que hacen hincapié en niveles elevados de gasto y de subsidios. Se estima que el déficit fiscal del gobierno en general de 2016 y 2017 se ampliará a 24,5% y 25,0%, respectivamente, y que la proporción de la necesidad de financiación pública alcanzará el 28,2% y el 28,9% del PIB durante los mismos períodos. El aumento significativo de los costos de financiación hace que el gobierno dependa en gran medida los préstamos de China y del apoyo financiero del Banco Central de Venezuela, que indica la grave inseguridad de los recursos de amortización.

4. La carga de la deuda del gobierno continúa aumentando, mientras que la depreciación de la moneda local y las gravemente inadecuadas reservas internacionales revelan un riesgo extremadamente alto de la insolvencia del gobierno. La relación de peso de la deuda en el presupuesto de la administración pública de 2016 y 2017 se estima en alrededor de 54,5% y 58,1%, respectivamente. Teniendo en cuenta el efecto de dilución de la hiperinflación en la deuda en moneda local, la solvencia real del gobierno ha disminuido drásticamente. Mientras tanto, a finales de 2015, el índice de cobertura de la deuda externa total y la deuda externa de corto plazo de Venezuela por las reservas internacionales ha disminuido, respectivamente, al 11,3% y al 51,7%. A pesar de que la petrolera estatal PDVSA ha promovido activamente el canje de deuda para aliviar la presión de pago de la deuda en 2017 y ha renegociado con China la extensión de la deuda, el riesgo de impago de la deuda en moneda extranjera del gobierno seguirá siendo muy alto, dada la presión de la devaluación de la moneda local y la disminución de las reservas internacionales.

En el corto plazo, la lenta recuperación de los precios del petróleo no puede revertir la situación de profunda recesión y malestar social en Venezuela. El aumento de los costos de financiamiento, la fuerte presión de depreciación sobre el bolívar venezolano y las reservas casi agotadas están elevando el riesgo de incumplimiento que enfrenta el gobierno con una solvencia extremadamente vulnerable. En este caso, Dagong ha decidido mantener una perspectiva negativa para las calificaciones soberanas de moneda local y extranjera para Venezuela durante los próximos uno a dos años.

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