Semana del 20/7/18 al 27/7/18
Semana del 20/7/18 al 27/7/18
Palabras del Editor

¿Por qué está paralizada la toma de decisiones económicas?

La urgencia por resolver la histórica crisis económica que atraviesa el país requiere de mucha más acción de la que muestra el gobierno del presidente Nicolás Maduro. A dos meses de resultar reelecto en un proceso cuestionado nacional e internacionalmente, el mandatario se ha tomado su tiempo para empezar a decidir el prometido nuevo rumbo del país.

Mientras los trabajadores ven desvanecerse su salario y los empresarios luchan por mantener a flote sus empresas, hay un silencio oficial que genera más incertidumbre y que hace temer por un desarrollo cada vez más agudo de las dificultades.

¿Qué hay detrás de este ambiente de paralización en el aparato de tomas de decisiones? Ya hemos comentado que las ideas que están detrás del plan económico del gobierno, presentado durante la campaña electoral, no apuntan a las necesidades del país, pero tampoco se han implementado ni se ven señales de que las autoridades hayan reaccionado a la agobiante realidad.

Una de las razones puede ser que los funcionarios recién designados en los cargos se están adaptando a sus nuevas tareas, es decir, ajustando los planes para tomar el control de las responsabilidades. Es el caso, por ejemplo, del vicepresidente de Economía, Tareck El Aissami, en cuyas manos están todas las industrias estatales y la autoridad sobre las privadas. Esto va desde empresas de alimentos hasta el petro.

Precisamente la criptomoneda venezolana ha estado rodeada de mucho misterio después de que se promocionó como un éxito. Tenemos información de que en efecto se realizaron algunas transacciones para importar insumos y alimentos, pero desde que se nombraron nuevas autoridades todo se paralizó.

Ese criptoactivo que se vendió como la solución para desprenderse de la dependencia del dólar podría todavía tener un remanente de relevancia en los próximos meses, toda vez que sabemos que es usual del chavismo aplicar soluciones a su medida y que sean de beneficio a los grupos que le rodean.

Por otro lado, otra causa de la parálisis actual puede ser el hecho de que se estén debatiendo internamente soluciones que no sean precisamente compatibles. Dentro del chavismo existen varias corrientes, no todas ellas con los mismos niveles de influencia, que han convertido a las ideas para salir de crisis en una forma de llamar la atención sobre problemas que desde años se venían advirtiendo y acumulando. Públicamente varios exfuncionarios han criticado el control cambiario y otro tipo de políticas claramente dañinas para la economía, pero poco se sabe de las maniobras de los grupos de poder dentro del gobierno que estén luchando para mantener sus niveles de control sobre ciertos sectores.

En este sentido, un movimiento que se debe observar es el que hizo El Aissami en la Corporación Venezolana de Guayana donde nombró a uno de sus viceministros y exdirector del BCV, Pedro Maldonado, como presidente, por lo que será la persona a través de la cual ejercerá los amplios poderes otorgados por Maduro en esa área.

Finalmente, no es descabellado pensar en el hecho de que las decisiones económicas no se han tomado por falta de conocimiento sobre qué hacer, cómo hacer o por dónde empezar. Esto siempre teniendo como telón de fondo el fin último del chavismo: mantenerse en el poder. El gobierno invitó a un grupo de expertos internacionales, tiene un acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (Onudi) y cuenta con la asesoría de la Cepal, organismos que seguramente no darán recomendaciones muy distintas a las advertencias que desde hace años hacen los economistas venezolanos.

Sea por adaptación, pugnas internas o ignorancia, la toma de decisiones económicas en Venezuela está paralizada mientras el país se mueve por inercia en una espiral hiperinflacionaria y de caída de la producción. Los mecanismos de defensa de las empresas deben estar más activos que nunca para sobrevivir a esta situación. Vigilar los indicadores de capitalización, gestionar efectivamente las cuentas monetarias, retener al personal clave, son algunas de las acciones que deben tomarse en este entorno. Esto nos obliga a mantener una buena dosis de realismo con el fin de dimensionar los problemas y las soluciones, para cada compañía en particular.

Pero esa realidad no nos exime de un pensamiento y una actitud positiva que nos permita preservar la salud, la eficacia, la disposición, confianza y adaptación permitiéndonos obtener los mejores resultados posibles en este entorno de crisis severa.

César Aritimuño Director de Aristimuño Herrera & Asociados

Análisis Estratégico

¿Cuáles son las perspectivas de la deuda venezolana?

Los pagos de interés de la deuda venezolana se siguen acumulando desde el mes de noviembre del año pasado, para ya sumar un total de $4.500 millones. Para el mes de agosto se vence uno de los dos bonos soberanos 2018 en circulación, lo cual implica un pago de capital a diferencia del resto de vencimientos que han traído solo pago de interés, por lo que el riesgo de aceleración de acciones judiciales ante un posible impago es muy alto.

Recientemente conocimos de la noticia de que Venezuela está enviando a Turquía oro extraído por empresas estatales y pequeños mineros para su refinación y conversión en oro monetario. En específico, la certificación ya no se está haciendo en Suiza como antes, sino en países aliados. Datos de Turquía, revisados por Reuters, muestran que Venezuela exportó a ese país, unos $779 millones en oro entre enero y mayo del 2018, equivalente a 20,15 toneladas de oro.

Lo anterior puede explicar en cierta medida por qué ante un default externo que ya acumula $4.500 millones las reservas internacionales no crecen, considerando además que a partir de abril ya tenemos dos meses consecutivos en los cuales observamos caídas intermensuales en las importaciones. En palabras sencillas, dicha refinación de oro en Turquía no sabemos de forma transparente cómo se está manejando ni para qué están siendo utilizados los recursos que allí se generan.

De igual forma, se dio a conocer a través de Reuters que Venezuela exportó 5 toneladas de coltán en mayo a empresas privadas en Trieste, Italia, para la fabricación de baterías para la industria tecnológica. Tanto lo que está pasando con Turquía como el caso del Coltán con Italia, son medidas que buscan evitar las sanciones y que pueden ser fuentes de ingresos suficientes para que la República realice el pago en el mes de agosto.

Sin embargo, hasta el momento la reacción de los inversionistas no ha sido agresiva contra Venezuela en cuanto a buscar acelerar los pagos. Consideramos que el caso de Argentina deja una lección en la mesa para un potencial reclamo, y es que el «juego» se puede extender por muchos años sin ver un centavo. Por tanto, considerando que ya se acumulan prácticamente ocho meses sin hacer desembolsos (sin contar el pago del Pdvsa 2020), los incentivos que tiene la República para pagar en agosto son bastante bajos, considerando que debe sostener redes de “apoyo interno” con el poco flujo de divisas que recibe y que parece estar buscando por fuera del mercado petrolero ante una producción que no detiene su caída.

Por su parte, el día de ayer, la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) publicó la licencia número 5 que autoriza a los ciudadanos o empresas estadounidenses que tengan en su poder el bono Pdvsa 2020 exigir el colateral de ese instrumento (50,1% de las acciones de Citgo) en caso de que se incumpla el pago. Sin embargo, Pdvsa ha mantenido el pago de este bono, por lo que en el corto plazo esto no parece cambiar de forma significativa el panorama ya observado.

Entonces, ¿qué esperar? Recordemos que la pérdida solo se materializa una vez se ejecuta la venta del instrumento, es decir, en este caso para los inversionistas en títulos hay diferentes opciones dependiendo del apetito de riesgo y de la necesidad de los recursos que se tienen colocados en deuda:

1) Si los recursos que se tienen colocados en el portafolio son necesarios para invertir en otro instrumento, proyecto o para un gasto en específico, la liquidación de los mismos puede ser un escenario que debe ser medido considerando la pérdida a ser materializada, pensando que un posible proceso de litigio tomará varios años y que además bajo el panorama actual es prácticamente imposible que Pdvsa y la República puedan poner al día los atrasos actuales en sus pagos. El default es selectivo, es decir, el no pagar fue una decisión, no es un hecho sobrevenido.

La colocación de recursos en instrumentos asociados al mercado de bienes raíces, trading con títulos de Pdvsa (compra y venta en periodos cortos), bonos de compañías americanas con calificaciones de riesgo media, así como el mercado de criptomonedas, son opciones para recuperar el rendimiento perdido en caso de vender los instrumentos.

2) La decisión de esperar si bien no materializa la pérdida, asoma un escenario de largo aliento. El punto clave será cómo se empiezan a estructurar las demandas si la República no realiza el pago en agosto y en función de ello empezar a anticipar lo que puede hacer el mercado. Es importante considerar que ya ambas curvas (República y Pdvsa) tanto en su parte corta, media y larga están a precios de recovery value (valor de liquidación), por lo que no existe mucho margen para que los precios sigan cayendo más de los niveles actualmente observados. El cambio de una parte del portafolio hacia el título de Pdvsa 2020, el cual muestra un rendimiento interesante puede ser una opción para generar flujo de caja con el pago de los intereses y tomando en cuenta las condiciones especiales que tiene su garantía.

Consideramos que el mes de agosto será clave para determinar la trayectoria de acción de los inversionistas en deuda venezolana. Veremos si los recursos obtenidos a través de la refinación de oro con Turquía serán utilizados para dicho pago o si se logra una operación de swap con oro de reservas para obtener divisas y realizar la cancelación. De lo que sí estamos seguros es que el default selectivo seguirá presente y que la acumulación de intereses irá sumando en lo que resta de año. Veremos si los inversionistas siguen observando el caso de Venezuela como el default de deuda de Argentina o el panorama se vuelve mucho más agresivo directamente contra los activos de Pdvsa, considerando lo recientemente observado por las acciones de Conoco en Curazao, Bonaire y San Eustaquio.

Juan Crisóstomo Economista

Gráfico de la Semana

Considerando las cifras de inflación publicadas por la Asamblea Nacional hasta junio, el escenario base de inflación al cierre del 2018 no bajaría de 236.649%, pudiendo alcanzar niveles superiores a 600.000%

 

datos bancarios
  • La intermediación de la banca sigue mejorando y se ubicó en 54,5% en el mes de junio, por lo que ya recupera los niveles observados en junio del año 2017. El crecimiento del mes en la cartera de crédito fue de 77,5%, alcanzando 2.864% de expansión en el primer semestre del año. Si comparamos este crecimiento semestral con el índice de inflación que publica la Asamblea Nacional, el crédito en términos reales se contrajo 38,1%.
  • Lo anterior se traduce en que las empresas y personas naturales no cubren su demanda potencial de créditos a través de la banca, lo cual es consecuencia de la agresiva velocidad de la inflación que afecta el capital de los bancos, lo que no permite que el crédito pueda seguir el ritmo de crecimiento de los precios.
  • El sistema financiero muestra al cierre del semestre una mejora en sus principales indicadores de rentabilidad y eficiencia. Por el lado del ROA antes de impuesto, se ubicó en 9,15%, un crecimiento de 2,8 puntos porcentuales en el año, mientras que la eficiencia se ubicó en 36,2%, es decir, la banca gasta Bs 36,2 para generar Bs 100 de margen. Al cierre del 2017 este indicador era 12 puntos porcentuales superior a lo observado a cierre de este primer semestre.
  • La morosidad en el sistema bancario se encuentra en 0,21%. Es un indicador que está afectado por los desequilibrios económicos. El punto relevante de análisis es que los bancos están exigiendo garantías reales para la constitución de la mayoría de sus créditos y que ya prácticamente toda la banca cobra en periodos muy cortos, por tanto, al momento de producirse el ajuste macro, el nivel de exposición sistémico de la banca al riesgo de crédito debería ser moderado ante un alza de las tasas de interés.

visión gerencial

Abordar la crisis de la empresa desde la inteligencia emocional

El manejo de la inteligencia emocional y la programación neurolingüística (PNL) resulta de gran utilidad en las empresas para enfrentar las dificultades de un entorno complicado que se refleja en los resultados de gestión.

Más allá del contexto en el que se desenvuelva la entidad, la gerencia del siglo XXI requiere de herramientas que trasciendan las competencias técnicas y profesionales del empleado, como aspectos emocionales y corporales que faciliten a los líderes y/o ejecutivos y a grupos a su cargo, alcanzar situaciones de óptimo desempeño individual, grupal y organizacional.

El coaching organizacional aparece como una herramienta para ayudar a gerentes y colaboradores en el desarrollo de sus fortalezas para que puedan responder con éxito a los requerimientos de la empresa.

Los altos ejecutivos deben manejar la inteligencia emocional y la PNL para obtener mejoras en el rendimiento y la productividad. Hay transnacionales que se valen incluso de coaches externos para motivar al personal y han conseguido buenos resultados, los que en alguna medida guardan relación con el nivel de pertenencia institucional.

Como recurso se apela a la sensibilidad empresarial con el empleado. Se busca dar respuestas de manera individual y darle acompañamiento, de manera que se sienta mejor en el complejo contexto país e incida en una mejor disposición al trabajo.

“El tema país está generalizado, pero son pocos los que miran hacia lo interno de la organización”, dice María Gabriela Theis, presidenta del Instituto Latinoamericano de Gerencia Social (Inlagers).

La labor del coach persigue que quienes se formen tengan las herramientas necesarias para desarrollar habilidades y alinear al grupo de trabajadores con la misión y visión de la organización.

“El cuerpo puede estar ocho horas en el sitio de trabajo, pero la mente no, no hay conexión, por lo que hay que colocar los intereses de la empresa en línea con los del individuo”, agobiado por el colapso de la economía y el sistema de servicios públicos que han deteriorado su calidad de vida.

¿Cómo se logran esos cambios de paradigmas? Todo parte desde la mente, el mapa mental es individual, dice Theis, coach personal y organizacional.

El trabajo del coach radica en un acompañamiento al cliente en los procesos organizacionales facilitándole herramientas y modelos para hacer un diagnóstico situacional que le permita al gerente identificar cuáles son las áreas que debe atender con prioridad y cuáles sirven de apalancamiento.

A diferencia de la consultoría, el coaching se enfoca en crear conciencia a través de recursos que permitirán al cliente tomar la decisión.

Theis, quien tiene una maestría en Gerencia Empresarial y se desempeñó buena parte de su vida profesional como juez laboral, apunta a tomar en cuenta incluso el lenguaje corporal, que es parte de lo que evalúa la programación neurolingüística.

Los gerentes hoy en día están llamados a ser líderes, más humanos y sensibles con su personal.

Para superar el desánimo generalizado producto del entorno país, que muchas veces termina permeando el rendimiento laboral, hay algunas recomendaciones que se hacen desde el coaching organizacional como trabajar el tema de la inteligencia emocional.

Las empresas deben desarrollar una escucha activa para entender las causas de los problemas de la organización, haciendo las preguntas adecuadas que apunten a una respuesta concreta de parte de la entidad o por lo menos que tome conciencia del hecho.

Es importante en este proceso de aprendizaje que quienes tienen la responsabilidad de llevar a cabo el diagnóstico, no crean «que se las saben todas», señala Theis.

En definitiva, la interacción más próxima y constante con el equipo de trabajo para conocer sus inquietudes y su comprensión que luego le permitirá a la gerencia hacer un diagnóstico de la realidad, es lo que arrojará un mejor ambiente de trabajo y la productividad.

Ligia Perdomo

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