#Exclusivo: Zonas Económicas Especiales operan como una apuesta "a largo plazo"
Según el Gobierno, se han suscrito contratos por un monto de US$52.000 millones en cinco Zonas Económicas Especiales, pero no se conocen resultados concretos. Una experta advierte que la legislación venezolana es «demasiado general».
El año 2025 encontró a Venezuela en una coyuntura económica decisiva, donde el proyecto de las Zonas Económicas Especiales (ZEE) se consolida como la apuesta central del gobierno para la reactivación y diversificación productiva.
Amparadas en la Ley Orgánica de Zonas Económicas Especiales, áreas estratégicas como Paraguaná (Falcón), Puerto Cabello-Morón (Carabobo), La Guaira, Margarita y la Isla La Tortuga, han sido delimitadas con el fin de atraer inversión nacional y, crucialmente, capital extranjero.
Estas zonas geográficas, dotadas de un régimen especial de incentivos fiscales, aduaneros y cambiarios, buscan romper la dependencia histórica del modelo rentista petrolero, al enfocarse en sectores clave como la industria, el turismo, la agroindustria, así como la logística portuaria y tecnológica.
La principal promesa de las ZEE radica en su capacidad para generar un nuevo modelo productivo orientado a la exportación, un objetivo fundamental para la generación de divisas no petroleras y la estabilidad macroeconómica.
Durante 2025, el foco ha estado puesto en la materialización de los primeros grandes Convenios de Actividad Económica, que deben mostrar resultados tangibles, en términos de creación de nuevas fuentes de empleo, incorporación de alta tecnología y participación en cadenas productivas internacionales.
El éxito de este plan no solo se medirá en el volumen de inversión, sino en la capacidad de estas zonas de actuar como verdaderos polos de desarrollo que impulsen el resto de la economía nacional mediante encadenamientos productivos y el fomento de ventajas competitivas.
A pesar del marco legal establecido y la promoción internacional, particularmente con países como China y Rusia, el desarrollo de las ZEE enfrenta importantes desafíos.
La tarea pendiente es doble: por un lado, garantizar la estabilidad jurídica y regulatoria necesaria para mitigar la percepción de riesgo en un entorno macroeconómico aún marcado por la alta inflación y un complejo panorama político.
Por otro lado, la infraestructura y los servicios básicos en estas zonas requieren de una inversión considerable.
La capacidad del gobierno para ofrecer seguridad a las inversiones, simplificar trámites de manera efectiva a través de la Ventanilla Única, y mantener una política económica coherente serán los factores determinantes para que las ZEE pasen de ser un proyecto legal a un motor real de la recuperación económica venezolana.
Litsay Guerrero es una economista venezolana con una destacada trayectoria en el ámbito académico y de consultoría, especializada en las áreas de Derecho Internacional Económico y de la Integración, Comercio Exterior e Inversiones Extranjeras Directas (IED).
Se desempeña como Directora de la Escuela de Economía y Directora de la Especialización en Derecho de la Economía en la Universidad Monteávila (UMA).
Es autora de la obra “Zonas económicas especiales para Venezuela: Viabilidad e impacto en el gasto público”, editado por el Observatorio de Gasto Público de CEDICE Libertad.
“Las ZEE son una especie de caja de herramientas al alcance de los hacedores de políticas públicas para promover, por ejemplo, la captación de inversión extranjera directa, o promoción de exportaciones”: Litsay Guerrero, economista.
Una caja de herramientas
Las ZEE representan una herramienta muy usada por los países para la captación de inversiones extranjeras directas.
Pero, ¿es Venezuela un terreno fértil para este modelo? Guerrero nos ofrece su punto de vista: “Las ZEE son una especie de caja de herramientas al alcance de los hacedores de políticas públicas para promover, por ejemplo, la captación de inversión extranjera directa, o promoción de exportaciones”, rompe el hielo la académica, al dejar en claro que el ADN de las ZEE en sí mismo contiene las respuestas que demanda cada entorno en particular.
La académica destaca que las Zonas Económicas Especiales existen en Venezuela de los años 70 del siglo pasado. Pone el caso de el núcleo que otrora funcionó en Mérida, muy enfocado en el desarrollo tecnológico.
En este orden la ideas, la profesora dice que en su obra hace un llamado a poner en la balanza lo que hizo -bien o mal- en esas experiencias previas.
-No se conocen datos de resultados, en la mayoría de estas zonas, que den cuenta del cumplimiento (o no) de objetivos. Ya ha pasado bastante tiempo desde que se establecieron las ZEE. ¿Cuál es su accountability?
– No hay información disponible, desde la creación en los 70 hasta esta nueva fase. ¿En qué sentido? Bueno, número de empresas creadas, cantidad de empleos generados, etcétera.
-En 2025, ¿Cuáles han sido los resultados obtenidos en las cinco ZEE que existen (Paraguaná, Puerto Cabello – Morón, La Guaira, Isla de Margarita y Isla La Tortuga)?
– Reitero que no existe información disponible. No hay indicadores.
No se puede tener claridad en relación con los factores que hayan determinado (o no) la orfandad en el cumplimiento de metas y deadlines, si ese fuera el caso. Entonces, ¿vale la pena seguir apostando por un modelo que no parece funcionar hasta ahora?
De acuerdo con cifras oficiales, el Gobierno ha suscrito contratos por un monto consolidado de 52.000 millones de dólares en cinco Zonas Económicas Especiales activas, pero Cedice advierte sobre debilidades derivadas de las condiciones institucionales, sobre todo en materia de garantía de las inversiones.
El turismo es una de las áreas prioritarias en el modelo de Zonas Económicas Especiales aplicado en Venezuela.
Buscar un diseño correcto
Guerrero destaca que, en cualquier caso, se necesita un correcto diseño. En República Dominicana se centraron en el sector textil, porque estaba bajo el amparo de un acuerdo multilateral. Luego, las condiciones cambiaron y los dominicanos evaluaron que otros nichos podían atacarse, con base en los aciertos y errores ya cometidos.
La portavoz cree que se ganaría mucho tomando ejemplos de los países cercanos donde el esquema de Zonas Económicas Especiales se ha implementado.
Pero veamos un extracto de la investigación citada más arriba: “Luego de revisar el estatus y los aspectos conceptuales de rigor acerca de las ZEE que previamente han sido formalizadas en Venezuela, se concluye que las propuestas de ley cuentan con un marco muy general (con enunciados que si bien es cierto cumplen con el check list de contenido que generalmente tienen las leyes de ZEE), no profundizan en elementos que serían de valor agregado para mejorar el atractivo de las zonas desde la perspectiva de la captación de inversiones extranjeras e inversiones nacionales, y de los aportes que pueden concretarse para la dinamización de la economía y los aportes al desarrollo sostenible”.
Lo anterior habla por sí solo. Guerrero aclara que “tenemos un marco general, pero hay que evaluar las características de cada una de las ZEE”. La idea es habilitar la funcionalidad de cada zona, concluye.
Pero, ¿Qué ha dicho el gobierno de este modelo ya usado con éxito en otras latitudes? Los voceros del Ejecutivo, incluyendo al presidente Nicolás Maduro y la vicepresidenta Delcy Rodríguez, han presentado a las Zonas Económicas Especiales como una estrategia fundamental para la recuperación y el desarrollo económico de Venezuela.
Los principales argumentos y puntos de vista que han manifestado son:
-Eje Central: Soberanía y Superación del Rentismo
Y acá hay varios issues. Primero: vencer el “Bloqueo Criminal”: Las ZEE son vistas como una herramienta clave para sortear las sanciones internacionales impuestas contra el país y generar nuevas fuentes de ingresos que no dependan del petróleo.
La independencia económica también ha sido blandida como argumento oficial. El objetivo final es alcanzar la independencia y soberanía económica a través de la diversificación de las fuentes de riqueza nacional.
Superar el Rentismo Petrolero: Se busca impulsar la industrialización, la exportación de productos terminados (no solo materias primas) y la sustitución selectiva de importaciones, rompiendo con el modelo rentista.
Como objetivos económicos clave, el gobierno ha propuesto lo que sigue:
-Atracción de Inversión: Están diseñadas para incrementar la inversión nacional y extranjera mediante la simplificación de trámites, la garantía de seguridad jurídica y el ofrecimiento de incentivos fiscales, aduaneros y económicos especiales.
-Desarrollo y Diversificación: Aseveran que las ZEE tomarán la «senda del desarrollo tecnológico, industrial» y de la diversificación productiva.
-Generación de Empleo y Riqueza: Buscan crear nuevas fuentes de trabajo e incrementar la generación de ingresos «para su justa distribución en la Nación».
El ala del gobierno ve a las ZEE como un modelo de desarrollo.
-Inspiración Internacional: Han hecho referencia al ejemplo de China, especialmente la provincia de Shenzhen, como modelo de desarrollo compartido a través de las ZEE.
-Modelo «Fuerte pero Democrático»: El Presidente Maduro ha subrayado el compromiso con un modelo inclusivo que permita la inversión extranjera sin ceder el control estratégico de la economía.
-Énfasis en la Exportación: Los incentivos están fuertemente ligados a la capacidad de exportación de las empresas que se establezcan en estas zonas.
En resumen, los voceros oficiales las promueven como la solución estructural para impulsar un nuevo modelo productivo en Venezuela, apalancado en la inversión, la tecnología y la exportación, todo ello en un contexto de resistencia a las presiones externas.
Un punto de inflexión
La implementación de las Zonas Económicas Especiales (ZEE) en Venezuela representa un punto de inflexión crucial en la búsqueda de la diversificación económica y la atracción de inversiones.
Si bien el camino hacia el pleno aprovechamiento de su potencial está marcado por desafíos estructurales y la necesidad de consolidar la seguridad jurídica y la estabilidad regulatoria, el marco normativo establecido y los primeros proyectos en marcha señalan una voluntad política de crear polos de desarrollo productivo.
El éxito de las ZEE no solo dependerá de los incentivos fiscales y aduaneros ofrecidos, sino de la articulación efectiva entre el sector público y privado, la formación de talento humano especializado y la integración de estas zonas con las cadenas productivas nacionales.
Es, por lo tanto, una apuesta a largo plazo que, de ejecutarse con transparencia y visión estratégica, podría redefinir el mapa económico venezolano, impulsando las exportaciones no tradicionales y generando un impacto positivo tangible en el bienestar social.
Lea más contenido interesante y de actualidad:
Industria nacional fabricó 4.280 equipos de puntos de venta en 2025
Incrementa la cifra: Más de 6.450 turistas rusos han visitado a Venezuela en 4 meses
Somos uno de los principales portales de noticias en Venezuela para temas bancarios, económicos, financieros y de negocios, con más de 20 años en el mercado. Hemos sido y seguiremos siendo pioneros en la creación de contenidos, análisis inéditos e informes especiales. Nos hemos convertido en una fuente de referencia en el país y avanzamos paso a paso en América Latina.
Síguenos en nuestro Canal de WhatsApp, Telegram, Instagram, Twitter y Facebook
