01/11/2025 09:04 AM
| Por Alejando Ramírez Morón (Exclusivo para Banca y Negocios)

#Exclusivo: Licoreros ven sin optimismo el fin de año, porque el sector sigue "en contracción estructural"

Johnson Delgado, presidente de la Federación Venezolana de Licoreros y Afines, indica que la ginebra y el tequila son bebidas con mayor crecimiento porcentual en el mercado. El contrabando sigue siendo una gran amenaza.

#Exclusivo: Licoreros ven sin optimismo el fin de año, porque el sector sigue «en contracción estructural»

Ya llega la Navidad, y, con ésta, se incrementa sensiblemente la ingesta de licores. Se asocia a las bebidas espirituosas con la alegría que nos da el Nacimiento de Jesús.

Venezuela ha sido históricamente considerada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como uno de los países con mayor promedio de consumo de alcohol en América Latina, a tal punto que la entidad estima que cerca de 3 millones de personas padecen problemas de alcoholismo en el país.

Johnson Delgado, presidente de la Federación Venezolana de Licoreros y Afines, indica, sin embargo, que «el sector licorero venezolano continúa operando en un entorno de contracción estructural».

La Cámara de la Industria Venezolana de Especies Alcohólicas (CIVEA) ha señalado que se han registrado caídas de hasta el 60% en el volumen de ventas en años anteriores. «La proyección en volumen para diciembre de 2025 apunta a una dificultad persistente para recuperar los niveles históricos”, apunta Delgado.

Los licores nacionales mantienen una cuota de mercado mayor en volumen, impulsados por la necesidad de sustitución y precios más accesibles. El crecimiento, si lo hay, será moderado y estará impulsado por el Ron y el Ponche Crema.

Mientras que los licores Importados (Whisky, especialmente) mantendrán ventas en volumen que «sigue muy deprimidas», ya que su consumo se concentra en nichos de alto poder adquisitivo.

Venezuela fue históricamente uno de los mayores importadores de whisky per cápita del mundo, básicamente, como símbolo de estatus de los estratos sociales medio y alto.

“Tras la dolarización y la crisis económica, el consumo per cápita total de alcohol ha disminuido drásticamente. La ingesta actual es menos voluminosa y más selectiva, porque el consumidor prioriza la calidad o la accesibilidad, no la cantidad”, topa con la realidad de los expendios de bebidas.

#Exclusivo: Licoreros ven sin optimismo el fin de año, porque el sector sigue «en contracción estructural»

«Tras la dolarización y la crisis económica, el consumo per cápita total de alcohol ha disminuido drásticamente»: Johnson Delgado, presidente de la Federación Venezolana de Licoreros y Afines.

Alternativas de sustitución

Y, entonces, cabe preguntarse: ¿cuáles son las alternativas de sustitución? Delgado relata que ginebra y tequila muestran el mayor crecimiento porcentual (desde una base más pequeña). “La ginebra se beneficia de la tendencia global de la coctelería artesanal, y el tequila se consolida como una alternativa versátil”, advierte Johnson Delgado.

Luego aparece el vino espumante Prosecco y espumantes nacionales que sustituyen al costoso champagne en el brindis tradicional de fin de año, ya que ofrecen la experiencia burbujeante a un costo inferior.

“Estos nuevos destilados y espumantes apuntan principalmente a un perfil socioeconómico joven, urbano, de clase media-alta y alta. Este grupo valora las tendencias globales, la experimentación en coctelería y la publicación de experiencias en redes sociales, lo que genera una demanda de productos que ofrecen novedad y estatus sin el precio de las marcas top de whisky”, apunta el presidente de la Federación Venezolana de Licoreros y Afines.

El brindis prohibitivo

Johson Delgado explica que “el salario promedio en Venezuela (incluyendo bonificaciones) se proyecta en un rango muy limitado de alrededor de entre 130 y 150 dólares para un sector significativo de la población”.

“Para costear un ‘kit básico de celebración’, un venezolano podría necesitar invertir un porcentaje alarmantemente alto, posiblemente entre el 30% y 50% de su salario promedio mensual en dólares”, subraya.

En consecuencia, se produce un “efecto sustitución”, porque estos costos obligan a una sustitución agresiva de marcas, dice Delgado.

El consumidor que antes compraba un Whisky Premium (12 años, por ejemplo) ahora opta “por un blended económico, o directamente cambia a ron añejo nacional. El enfoque es mantener la tradición a toda costa, priorizando el volumen o el licor nacional sobre el importado”, dice algo que -por qué no- puede tener una cara positiva para el productor nacional.

– ¿Están las empresas nacionales logrando capitalizar los altos precios de los importados para impulsar el consumo de Ron y Ponche Crema, y cómo compiten en precio con el contrabando?

– Sí, las empresas nacionales están logrando capitalizar la situación, aunque con grandes desafíos, apunta el dirigente gremial.

De hecho, el ron venezolano ha sido el principal beneficiario al posicionarse como una bebida premium de clase mundial, con reconocimiento constante en competencias internacionales durante 2025, a un precio más asequible que el whisky. El Ponche Crema mantiene su dominio como el licor de tradición navideña, con un consumo casi obligatorio en la época.

La principal amenaza para el sector sigue siendo la histórica competencia desleal del contrabando. Los productos alcohólicos que entran ilegalmente al país evaden la pesada carga fiscal del país, lo que les permite tener un precio final en el punto de venta entre un 15% y 30% más bajo que el producto nacional legal. Esta diferencia de precio es crítica para el consumidor de bajo y mediano ingreso.

Impuestos armonización tributaria en Venezuela

El IGTF (Impuesto a las Grandes Transacciones Financieras), por ejemplo, al ser aplicado sobre pagos realizados en divisas o criptomonedas, con una alícuota general del 3%, “eleva al costo de compra (para el importador o mayorista) y al costo final (para el consumidor).

El peso de los impuestos

Consultado sobre el impacto fiscal el dirigente gremial señala que el sistema fiscal venezolano, agravado por la dolarización informal, tiene un impacto severo.

El IGTF (Impuesto a las Grandes Transacciones Financieras), por ejemplo, al ser aplicado sobre pagos realizados en divisas o criptomonedas, con una alícuota general del 3%, “eleva al costo de compra (para el importador o mayorista) y al costo final (para el consumidor).

El IGTF comprime directamente el margen de ganancia del sector, que debe absorber una parte para no encarecer excesivamente el producto, precisa Delgado.

También se refiere al dólar oficial como referencia, al indicar que la obligación de referenciar transacciones y cálculos de impuestos (aranceles, IVA) al tipo de cambio oficial del Banco Central de Venezuela (BCV) genera incertidumbre.

“En momentos de alta brecha cambiaria o ajustes, este mecanismo puede inflar la base imponible, elevando la carga fiscal efectiva y trasladándose, en última instancia, al precio final al consumidor”, precisa el líder del sector licorero.

Los canales de ventas

– ¿Cuál es el canal de venta dominante en diciembre y qué porcentaje de las compras navideñas de licores se realiza a través de plataformas digitales y delivery?

– El Bodegón sigue siendo el canal de venta dominante en diciembre, especialmente en el segmento de importados y licores premium. Su éxito reside en la conveniencia en horarios, variedad de importados y la facilidad para transar en divisas. Las licorerías tradicionales luchan por diferenciarse, a través de precios por volumen y el trato especializado.

El uso de plataformas digitales y delivery ha crecido significativamente. En las principales ciudades (Caracas, Valencia, Maracaibo), se estima que el porcentaje de las compras navideñas de licores, a través de estos canales, incluyendo servicios de delivery de bodegones y licorerías, podría superar entre 15% y 20% de las ventas en volumen, impulsado por la comodidad, la seguridad y la tecnología de pago en divisas.

Pero el venezolano es resiliente por naturaleza. Delgado dice que la disposición a reducir o sacrificar el licor tradicional favorito es alta y generalizada en 2025.

Para el venezolano promedio, la prioridad en diciembre es salvaguardar el menú tradicional con hallacas, pernil y pan de jamón como componentes esenciales y, en segundo lugar, mantener una celebración «digna». El licor ha pasado de ser un gasto fijo e ineludible a un gasto elástico y sustituible.

Los consumidores reducen el volumen de compra de su licor favorito, al comprar una sola botella de whisky en lugar de dos. O bien sacrifican la marca premium y optan por una versión nacional o de menor gama. Además, priorizan el gasto en Ponche Crema y ron (por tradición) y limitan otros destilados costosos para asegurar que el presupuesto de la cena y los obsequios no se vea comprometido.

#Exclusivo: Licoreros ven sin optimismo el fin de año, porque el sector sigue «en contracción estructural»

Los venezolanos priorizan mantener la tradicional cena navideña y reducen el consumo de bebidas alcohólicas.

Las nuevas generaciones

Por último, quisimos indagar sobre si ha logrado consolidarse la tendencia global de bebidas con bajo o nulo contenido alcohólico (Low/No-Alcohol) o los cócteles premezclados (RTDs) entre los jóvenes venezolanos durante las festividades de 2025.

Delgado indica que la tendencia está presente, pero aún en fase de consolidación. Puede verse de esta manera:

-RTDs (Ready-to-Drink / Cócteles Premezclados): Han logrado una mayor penetración entre los jóvenes. Su atractivo reside en la conveniencia, el sabor ligero y moderno y un precio que suele ser más accesible que comprar los ingredientes de un cóctel completo. Se consolidan como la opción de moda en reuniones sociales.

-Low/No-Alcohol (Bajo o Nulo Alcohol): Esta tendencia, impulsada globalmente por la «Generación Z» y su enfoque en el Sober Curious y la salud funcional, está ganando interés. Aunque el volumen de mercado aún es pequeño, la disponibilidad de cervezas 0.0% y la aparición de mocktails o bebidas funcionales es notable, especialmente entre jóvenes urbanos que buscan opciones para socializar sin el efecto del alcohol.

En diciembre de 2025, el brindis venezolano será un acto de resiliencia económica. La realeza del whisky ha sido cuestionada por el ron nacional y las bebidas de moda como la ginebra y el tequila, mientras que el presupuesto familiar se defiende al priorizar el plato navideño sobre el costoso destilado importado.

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