Aumenta la longevidad y baja la natalidad: el gran reto demográfico que enfrentan empresas y gobiernos
La población mundial mayor de 60 años casi se duplicará en 2050 para llegar a 2.100 millones de personas, según un análisis del Foro Económico Mundial, en un contexto de menor natalidad. La institución advierte sobre los riesgos generados por estas tendencias.

Este aumento se debe a que la esperanza de vida es significativamente mayor que en generaciones anteriores. Se trata de una gran noticia, pero, dado que se produce al mismo tiempo que una caída de las tasas de fertilidad en la mayor parte del mundo, tiene implicaciones que debemos seguir de cerca.
El rápido crecimiento de la población de edad avanzada pondrá a prueba la preparación de los sistemas de jubilación y asistencia sanitaria.
Y sin suficientes jóvenes para sustituir a los trabajadores mayores que se jubilan, las empresas tendrán dificultades para cubrir los puestos de trabajo que necesitan para hacer crecer sus negocios e impulsar el crecimiento del PIB, apunta un informe del Foro Económico Mundial.
Aunque este doble golpe del aumento de la esperanza de vida y la disminución de la fertilidad no tiene la urgencia de un incendio forestal ni el entusiasmo de la última innovación en inteligencia artificial, esta tendencia de lento avance está preparando al mundo para importantes crisis sociales y económicas si no se actúa con rapidez.
Por desgracia, está claro que la comunidad empresarial no está debidamente preparada. Según el estudio «2025 Executive Outlook Study» de Mercer, el 80 % de los ejecutivos cree que se puede hacer más para mitigar los riesgos del envejecimiento de la población activa.
¿Cuál es la solución? La única forma de garantizar que vivir más tiempo sea una ventaja para las economías en lugar de una carga es asegurarse de que los sectores público y privado trabajen juntos para desarrollar respuestas estratégicas en tres áreas clave: la atención sanitaria, la población activa y la jubilación.

En el futuro, muchas personas vivirán con una enfermedad crónica durante al menos una quinta parte de su vida.
Una larga vida saludable
Es un hecho que, a medida que las personas envejecen, son cada vez más propensos a sufrir problemas de salud. En el futuro, muchas personas vivirán con una enfermedad crónica durante al menos una quinta parte de su vida.
Todo ello supondrá una demanda creciente de los sistemas de atención sanitaria y cuidados a largo plazo en todo el mundo, lo que afectará a la calidad y al acceso de los pacientes en todas partes. Cuando los sistemas de salud financiados por el Estado se vean sobrecargados, el sector privado tendrá que tomar el relevo para mantener la salud de los trabajadores de más edad.
La reducción de los recursos también puede aumentar la presión sobre quienes suelen ser los principales cuidadores de los enfermos y los ancianos: sus hijos adultos, y más a menudo las mujeres, que pueden verse obligadas a dejar de trabajar.
Planes de prestaciones en empresas
Las empresas deberán examinar cuidadosamente los planes de prestaciones para sus empleados. Al ofrecer prestaciones sanitarias completas y fomentar la atención médica preventiva, los empleadores pueden contribuir a mantener una plantilla de trabajadores mayores más productiva y comprometida, y apoyar la capacidad de las generaciones más jóvenes para trabajar y ahorrar durante más tiempo.
Los empleadores también pueden ayudar a sus empleados a planificar el cuidado de personas mayores a largo plazo, ya sea para ellos mismos o para sus seres queridos, ofreciéndoles acceso a un seguro de cuidados a largo plazo.
Según los empleados, los empleadores son la fuente más fiable de asistencia sanitaria asequible y de calidad en todo el mundo, lo que los sitúa en una posición idónea para ofrecer esta cobertura. Además, esto alivia la presión sobre los sistemas de asistencia pública.

Una solución para mantener el equilibrio en el mercado laboral es encontrar formas de atraer a los trabajadores mayores para que permanezcan en la población activa o regresen a ella.
Juventud escasa: ¿Qué hacer?
La disminución de la tasa de natalidad provocará, en última instancia, una reducción del número de personas que se incorporan al mercado laboral. Para mantener la eficiencia y la fortaleza de las economías mundiales, los gerentes deberán ser creativos.
Una solución es encontrar formas de atraer a los trabajadores mayores para que permanezcan en la población activa o regresen a ella. Las jubilaciones escalonadas, los programas de trabajo compartido y la flexibilidad en cuanto a horarios y ubicación resultarían atractivos para este grupo demográfico.
Para impulsar la productividad con una población activa más reducida, o con una población más mayor que trabaja menos, la tecnología, en particular la inteligencia artificial (IA), puede desempeñar un papel importante.
Los empleadores deben complementar la IA y dar prioridad al reciclaje profesional, la formación y la reestructuración de los puestos de trabajo.
Los gobiernos también pueden considerar incentivos para animar a los jubilados a reincorporarse al mercado laboral o reciclarse para nuevos puestos de trabajo.
Por ejemplo, Singapur introdujo en 2020 una subvención para la reincorporación a tiempo parcial como parte de un paquete de ayudas para trabajadores mayores. Esto incentiva a los empleadores a ofrecer reincorporación a tiempo parcial u otras modalidades de trabajo flexibles a los trabajadores mayores.
El Gobierno danés invierte considerablemente en educación y formación, y más del 20 % de la población activa participará en programas de educación para adultos en 2023.
Del mismo modo, Francia ofrece «cuentas de aprendizaje» permanentes que los ciudadanos pueden utilizar para obtener créditos para reciclarse o formarse profesionalmente en cualquier momento de su vida.

Sin sistemas de jubilación sólidos, cientos de millones de jubilados podrían enfrentarse a la pobreza en 2080, lo que provocaría una reducción del gasto y una disminución del PIB global.
Reconsiderar la jubilación ante el aumento de la longevidad
El aumento de la longevidad ejerce presión sobre los sistemas de jubilación para que puedan sostener una vida más larga. Sin sistemas de jubilación sólidos, cientos de millones de jubilados podrían enfrentarse a la pobreza en 2080, lo que provocaría una reducción del gasto y una disminución del PIB global.
La situación es más grave para las mujeres, que suelen vivir más tiempo, ganan menos y dedican más tiempo a cuidar de sus familias, lo que les aleja de sus carreras profesionales. Mientras que los hombres están en camino de sobrevivir a sus ahorros para la jubilación en una década en algunas economías desarrolladas, la cifra es aún mayor para las mujeres, entre 12 y 19 años.
Ya sea a través de sus empleadores o de los sistemas gubernamentales, las personas que viven más tiempo deberían ahorrar mediante vehículos de inversión obligatorios de alta calidad y estrategias diseñadas para las diferentes etapas de la vida.
Algunos sistemas de pensiones no están preparados para financiar a una población con un número cada vez mayor de jubilados sin llevar a cabo reformas. Otros pueden servir de ejemplo para el resto del mundo.
Los Países Bajos han aumentado recientemente la sostenibilidad de su sistema de pensiones, al pasar de un sistema de prestaciones definidas, o prestaciones de jubilación garantizadas, a un sistema de aportaciones definidas en el que la prestación final de cada persona depende de sus aportaciones individuales.
En Chile, los responsables políticos se han adaptado a la mayor esperanza de vida de las mujeres al permitirles recibir prestaciones de jubilación tras solo 10 años de cotizaciones (frente a los 20 años de los hombres).
Las innovaciones del sector financiero y las políticas públicas, como el Acuerdo de Mansion House del Reino Unido, que facilita a los ahorradores británicos el acceso a mayores rendimientos netos potenciales de la inversión en mercados privados, permiten a los países satisfacer mejor las necesidades financieras a largo plazo de sus ciudadanos.
En resumen, el aumento de la longevidad es algo fantástico. Solo hay que actuar… y rápido. Si se comienza ahora, los gobiernos y empresas podrán capear estos vientos demográficos en contra y ayudar a las personas a vivir vidas más largas, saludables y financieramente más resilientes, al tiempo que garantiza la prosperidad de las empresas y las economías.
Hasta aquí el texto del análisis del Foro Económico Mundial y ahora solo cabe concluir con una pregunta retórica, pero sumamente válida: ¿Cómo está Venezuela en este debate?
Lea más contenido interesante y de actualidad:
Somos uno de los principales portales de noticias en Venezuela para temas bancarios, económicos, financieros y de negocios, con más de 20 años en el mercado. Hemos sido y seguiremos siendo pioneros en la creación de contenidos, análisis inéditos e informes especiales. Nos hemos convertido en una fuente de referencia en el país y avanzamos paso a paso en América Latina.