El presidente y propietario de Abanca, Juan Carlos Escotet, mantiene su apuesta de crecer en España a través de compras, tras cerrar la adquisición del negocio del portugués Caixa Geral de Depósitos (CGD). Pero ha descartado de plano una operación con Liberbank después de dos intentos, el último a principios de año, informa ElEconomista.es.

Escotet ha señalado que la vocación de Abanca es aumentar su presencia de manera inorgánica y que, gracias a su exceso de capital, está en buena posición para aprovechar las oportunidades que surjan en este escenario de tasas de interés bajas. Un escenario que, a su juicio, se mantendrá cinco años y que propiciará una oleada de integraciones tal y como intentan propulsar los reguladores.

Sin embargo, el vicepresidente del Banco Central Europeo y ex ministro español de Economía, Luis de Guindos, admitió que la política monetaria está frenando las operaciones corporativas en Europa, porque las tasas bajos lastran la rentabilidad y afectan a las cotizaciones, un elemento vital para que las entidades acudan al mercado a buscar capital para llevar a cabo adquisiciones.

El presidente de Abanca, con esta postura, ha pedido a otras entidades bancarias que tengan voluntad para poder materializar las ansiadas fusiones, algo que, según el banquero venezolano, no tuvieron los responsables de Liberbank. «Quedó demostrada la falta de voluntad», ha indicado Escotet, para después asegurar que una nueva oferta de compra sobre la entidad que dirige Manuel Menéndez «está totalmente rechazada y aparcada».

En los próximos meses, a falta de nuevas oportunidades, el grupo de origen de gallego se cerrará en la integración completa de Caixa Geral, que le aportará 7.000 millones de euros en volumen de negocios y 110 oficinas, un refuerzo de la actividad en Galicia, Madrid y Extremadura, además de una alianza para colaborar en el segmento de clientes con proyectos de internacionalizar tanto en la Península como en el exterior.

Abanca finalmente pagará algo más por CGD de lo previsto, 384 millones frente a los 364 millones iniciales, debido a los mejores ratios de capital de la filial del portugués. Escotet ha admitido que habrá ajustes de red y personal una vez culmine la absorción tecnológica y el cambio de marca, en febrero o marzo de 2020, pero que el objetivo es preservar el mayor número de personal.