¿Venezuela dirigida hacia la dolarización?

El debate de la dolarización en Venezuela tuvo su auge en 2018 cuando la hiperinflación estaba mostrando de lleno sus efectos y se buscaba como una solución para abatir la velocidad en el incremento de precios. Más allá de la discusión técnica y si en efecto es o no parte de las medidas que necesita el ámbito económico actual para lograr la estabilidad, la realidad es que el país progresivamente se ha ido conduciendo a una dolarización de facto.

La reciente crisis eléctrica ha sido muestra de una realidad que está latente y que progresivamente viene cobrando mayor protagonismo en la economía: pago de los bienes directamente en divisas. En este caso, al no contarse con formas de realizar transferencias ni puntos de venta para pagar, quedó en evidencia una economía que se movió en un terreno de operaciones en divisas y que pudo mantener cierto nivel de “estabilidad” en el consumo y ventas en medio de la emergencia.

Estamos observando directamente estadísticas de establecimientos dentro del sector de alimentos, repuestos, hoteles y restaurantes, que ya reportan entre 10%-20% de sus ventas totales en divisas, ya sea en efectivo o en forma electrónica, siendo el flujo de caja operativo en dólares un elemento medular de su proyección mensual.

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